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Evoluciona favorablemente el diestro gaditano David Galván

El diestro David Galván sigue recuperándose de la cornada sufrida el pasado Domingo de Ramos en Las Ventas de Madrid, cuando un toro de Gavira, lo corneara en el gemelo de la pierna derecha. El diestro ha dicho estas declaraciones. “Me encuentro mejor, la primera noche tuvo un poco de fiebre pero ahora ya no. La herida tiene buen aspecto. El mayor problema es que tengo la pierna inflamada, como consecuencia quizá de algún desgarro y coágulo”, afirma.

“Era una tarde vital -continúa Galván- sabía que me jugaba mucho y más viendo cómo están arreando algunos compañeros jóvenes. Tenía que reivindicarme y demostrar que puedo estar en ese grupo de toreros emergentes. Estuve con una entrega y una determinación absoluta, ese era mi objetivo”.

El percance, recuerda el torero gaditano, llegó en el primer muletazo de la faena. “A pesar de ello sentía el deber de seguir en el ruedo, de apostar y el resultado fue bonito, sentí la entrega del público y sobre todo, me sentí realizado”, sostiene antes de relatar cómo fue su entrada en la enfermería. “Pese a que yo quería salir, el doctor me exploró la herida y vio que me había atravesado el gemelo, que la cornada tenía orificio de entrada y de salida. No podía apoyar la pierna, no tenía facultades físicas”.

David Galván se dejó la puerta grande por abrir. “Tenía la mitad del triunfo en mi mano y sentía que esa puerta grande la podía abrir… me tuve que resignar, no me quedó otra. Cuando me desperté de la operación lo primero que hice fue preguntar cómo fue mi segundo toro”.

Pese al amargo sabor de la cornada y la frustración de no haber conseguido el objetivo marcado de salir a hombros, el gaditano reconoce: “Las sensaciones fueron muy positivas, le devolví a Madrid todo el respeto que siempre me ha mostrado”. La personalidad, el sello, la naturalidad del torero de la Isla de San Fernando quedaron plasmados en una tanda al natural de mucha categoría: “Cuando me levanté del suelo tras la cornada la pierna derecha, aunque no tenía dolor, sentía que me fallaba. Me vi mermado toreando y no podía alargar la embestida ni forzar el cuerpo así que me olvidé de él y fluyó lo que sentía, esa naturalidad innata”.

¿Servirá esta actuación en Madrid para que se abran las puertas?, preguntamos. “Mi tren pasaba por Las Ventas y el vagón para subirme era el pasado domingo. no pude llegar al destino que quería pero manteniendo el nivel de entrega que mostré las puertas se me van a abrir”. En palabras del propio torero, la del último Domingo de Ramos fue su actuación más importante en el coso de la calle de Alcalá. “Otras veces he salido al ruedo más acomplejado pero el otro día me despojé de todo, estaba más liberado e hice lo que me salió del interior. La actitud fue la correcta, la afición lo reconoció y me vi cerca de abrir la puerta grande”.

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