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Solitaria ovación para Alberto López Simón en Madrid

Esta tarde se ha celebrado en la plaza de toros de Madrid, la vigésimo cuarta corrida de la feria de San Isidro en la que han participado Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y Alberto López Simón que lidiaron un encierro salmantino del Puerto de San Lorenzo, cuya peculiaridad de que todo el encierro ha sido de capa negra. Abrió la tarde un toro enorme, alto, con mucho pecho, cuajo y una cara muy ofensiva que enseñaba las palas. Resultó suelto de salida. Antonio Ferrera lo recogió con profesionalidad. A continuación, destacó Fernando Sánchez en banderillas. El extremeño vio rápido que el toro no tenía ni humillación ni continuidad en la embestida para plantear faena. Bruto. Ferrera lo intentó por los dos pitones antes de dejar una estocada atravesada tras pinchazo. El segundo fue más entipado, sin exageraciones y con buena expresión. Astifino en su punto acapachado. Fue un toro al que le faltó transmisión desde salida. En banderillas se le quedó una clavada a la altura de las manos y pudo molestarle. Miguel Ángel Perera resolvió ante la falta de regularidad: ninguna embestida se pareció a la anterior. Y el vendaval. El cinqueño que se lidió en tercer lugar fue un gran toro de Puerto de San Lorenzo. López Simón lo recibió con su lacio capote. El toro empujó en el caballo y se descubrió su calidad en el suave quite de Ferrera por delantales en movimiento hasta rematar con una larga. López Simón empezó la faena en el tercio con derechazos y pases de pecho, llegó a los tendidos con un cambiado por la espalda. Se sucedieron entonces tres tandas en las que el madrileño le hizo repetir dejándosela siempre muy delante. Tandas cortas, algo ligeras. Al natural también embistió bien el toro, con humillación y ritmo. Decidió terminar por bernadinas cambiando la trayectoria en el último momento. Recibió un duro volteretón y volvió a las bernadinas impactando su actitud. Con la espada hizo algo muy raro: pinchó en repetidas ocasiones tirando la muleta en el embroque. Todo quedó en ovación para el madrileño y para el buen toro de El Puerto. El cuarto fue un toro con buena expresión en su seriedad. Lo saludó Ferrera con una suerte muy original, probablemente fruto de su larga y reciente estancia en México. Después lo fue embebiendo en su capote. El toro empujó bien en el caballo en los dos puyazos, largo el primero. Después volvió a destacar Fernando Sánchez. Cruzó el ruedo Ferrera con el toro, como enseñándole. Cuando se puso a torear pareció rebrincado. Fue buscando la tecla el veterano extremeño a esa informalidad. Cuando no le faltó humillación le faltó recorrido. Una sola tanda, buscando mucho el pitón contrario, resultó limpia. Cuando volvió a la cara el toro recordó todos los defectos anteriores y, decepcionado, decidió ir a por la espada. Su labor fue silenciada tras caer baja la espada. El quinto resultó un tío. Muy abierto de cara con su correspondiente ancha sien. Grande, largo. Muy suelto resultó de salida impidiendo el lucimiento de Perera. Pasó inadvertido en los tercios posteriores hasta la faena de muleta, donde el extremeño logró sujetarlo en dos tandas. El huidizo toro del Puerto quiso hacer bien las cosas por el pitón derecho, con humillación, pero su mansa condición le pudo. Dos tandas por la derecha se salvaron de la quema. Perera porfió hasta dejar una estocada algo atravesada. El sexto, fuerte, con los pitones muy colocados, también resultó manso de salida. Después pareció emplearse más durante la brega de Yelco, que lo llevó hasta el final. El toro fue a peor, poniéndose reservón y arrancándose con disparo. Soltó feos derrotes. López Simón lo intentó sin demasiado convencimiento. No lo vio claro con el acero. Tampoco con el descabello.

Madrid. Jueves, 6 de junio de 2019. Toros de Puerto de San Lorenzo. Antonio Ferrera, silencio en ambos; Miguel Ángel Perera, silencio y silencio; López Simón, ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso. Entrada: Casi lleno. El público obligó a saludar a Antonio Ferrera tras romperse el paseíllo en recuerdo a su actuación del pasado sábado. El extremeño compartió la ovación con sus compañeros.

Festejo para mañana en Madrid, vigésimo quinta de San Isidro: Toros de Alcurrucén para Antonio Ferrea, Diego Urdiales y Ginés Marín.

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