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Alta hospitalaria para el maestro El Soro

El pasado lunes 3 de febrero, recibió el alta hospitalaria el matador de toros Vicente Ruiz "El Soro" del Hospital Clínico Universitario de Valencia para continuar con la recuperación en su domicilio. El diestro, que confiesa que ha perdido 15 kilos, deberá someterse a una dieta estricta y a continuos análisis y controles de tensión arterial. La infección, que le causó una sepsis que a punto estuvo de acabar con su vida, ha remitido en su totalidad tras la retirada de la prótesis de su rodilla izquierda. “Vi la muerte, con serenidad pero la vi, se acercaba a mí poco a poco, le miré a los ojos. Nunca había pasado por un trance así. Sentí que perdía la vida, me adormecía poco a poco y escuché cómo los médicos decían, déjenlo que poco a poco se irá apagando”, contaba el torero mostrándose especialmente locuaz. “Tenía un uno por ciento de posibilidades de escaparme, eso me decían los médicos, y lo he conseguido”, siguió relatando sus sensaciones de lo que esta vez se puede considerar como un triunfo vital. “Soy como Lázaro pero muchas veces, yo he resucitado muchas veces”, insistió antes de dar las gracias a los doctores que le han asistido, “se han portado conmigo estupendamente, lo mismo que los amigos y la familia”. El diestro relató todas las sensaciones que ha experimentado estos días en el hospital y las muchas vivencias por las que ha pasado por contradictorio que pueda parecer estando hospitalizado. “Me he casado, he comprobado una vez más lo mucho que me quiere la gente, ha venido mi hijo a verme, estoy muy contento”. Ya en casa, afirmaba encontrarse bien, aunque los medicamentos le producen por momentos una sensación de angustia. “Me dicen que el bicho, -se refiere a la bacteria que le causaba la infección-, está muerto, al menos teóricamente aunque nunca se puede estar tranquilo del todo porque se encapsula y puede volver a infectarme la sangre, pero está vencido, yo doy por vencido a ese toro que tanta guerra me ha dado”, remachaba cuando explicaba su estado. “Me tengo que tomar la tensión y la temperatura para comprobar que todo va bien y volveré a revisión el día 18”. En su línea más genuina explicó entre bromista y trascendente que durante su estancia en la UVI le dio tiempo a pedir cómo quería que fuese su entierro: “Dije y lo mantengo para el futuro, que quiero que suene mi pasodoble, que cubran el féretro con una capote de paseo y la senyera…” y hubo que pedirle poco menos que no se extendiese en más detalles porque los había. “He perdido quince kilos y me han dicho que tengo que perder por lo menos otros tantos, así que tendré que comer mucha verdura. Es como volver a mis orígenes, la verdura y su cultivo presidieron mis comienzos y nos ayudaron a salir adelante a toda la familia y ahora tengo que recurrir de nuevo a ella para mantenerme en esta vida”, relató sobre las recomendaciones que le han hecho los doctores. A la salida del hospital recogió una vez más las muestras de ánimo que le mostraban las numerosas personas que le reconocían y a las que saludó con gestos de victoria. “No he podido dar todavía un capotazo ni con una toalla, pero sí tengo cerca de mí un par de banderillas, que han sido el apoyo de toda mi existencia y a las que les debo tanto”. El diestro aprovechó la charla para manifestar su apoyo a Jesús Duque, el torero de Requena al que apodera junto con Javier Vázquez, que va a torear en Valencia estas Fallas: “Va a estar muy bien, lo presiento”.

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