Blogia
pcctoros

Grandes faenas que recuerdo de la feria taurina de Málaga por años de abonado, temporada 2008

Grandes faenas que recuerdo de la feria taurina de Málaga por años de abonado, temporada 2008


José Tomás.

Cuarta temporada en la plaza de toros de Málaga como abonado con mis padres y con mi tío Manolo, empezamos en marzo con una corrida de toros de lujo, volvíamos a ver a José Tomás en una corrida de toros, esta vez compartiendo cartel con Manolo Sánchez y Cayetano Rivera ante toros de Jandilla-Vegahermosa. Una corrida que levantó una expectación tremenda donde había gran cantidad de personalidades taurinas como el maestro Víctor Puerto y su mujer Noelia Margotón, y también pude saludar al ganadero Borja Domecq para preguntarle como es la corrida que traía a Málaga y me dijo Borja que hay un jabonero que no le ha gustado nada a las cuadrillas ese mediodía en el sorteo. Antes de la corrida de José Tomás, había corrida de rejones matinal, vivimos el triunfo espectacular de Diego Ventura cortando dos orejas al sexto de la mañana donde el rejoneador enamoró a la Malagueta con su cuadra de caballos. Por su parte, Pablo Hermoso de Mendoza cortó una oreja de peso al primero de su lote y ovación en su segundo. Por su parte, Fermín Bohórquez que lidiaba sus toros aquella mañana, dio una vuelta al ruedo en el cuarto. Luego tras un descanso, la corrida más esperada, la corrida de José Tomás donde toreo con Manolo Sánchez y Cayetano Rivera. Ambientazo por todo lo alto y famosos que presenciaron esta corrida. Tarde fría y mucho viento donde vimos a José Tomás dando una tarde para el recuerdo. En primer lugar hizo un quite, al toro que abrió la corrida, perteneciente al lote de Manolo Sánchez por gaoneras, dejando a Málaga enamorada. Luego en el primero de su lote, José Tomás fue un sinfín con el capote, según contaron en Tendido Cero, Javier Hurtado y Federico Arnás contabilizaron hasta quince lances entre las verónicas, chicuelinas, revoleras y la brionesa que puso a La Malagueta en pie. Tras cortar una oreja a su primer toro, llegaría el momento de emoción en el quinto toro, el jabonero complicado que me habló Borja Domecq, aquella tarde, ese toro daba problemas y que no le gustaba a las cuadrillas en el sorteo. Ese toro fue complicado donde José Tomás contra viento y marea, y el toro se volvió violento durante la faena de muleta, y el percance llegó toreando con la zurda, el toro le prendió por la pierna y le arrancó un trozo del chaleco. Tras la cogida, salió del trance, José Tomás con la taleguilla rota con una herida. Pero cambió la Puerta Grande Manolo Segura por la enfermería como sucedió el año anterior. Ya nos vamos hasta el mes de agosto, donde los días 6, 7, 8 y 11 de agosto tuvo lugar el tercer certamen de novilladas sin picadores donde disfrutamos de novilleros como Filipe Chamaco, Jonathan López, Juan Sarrión, José María Cortés, Antonio David, Juan Leal "Juanito", Thomas Boumel "Tomás", Manuel Días Gomes, Raúl Cámara "Cañero", Thomas Duffau, Sergio Blanco, Santi Mario, Juan Millán, Nicolás López Zurita, Pablo Belando, Miguel Ángel Sánchez, Luca Ruffo y Luis Rivera. Y vimos luego en la final del día 11 de agosto a Pablo Belando, Juan Sarrión y Manuel Dias Gomes, siendo el ganador del certamen el portugués. En el fin de semana, los días 9 y 10 de agosto se celebraron sendas novilladas con picadores en la que hubo un cambio en los carteles de las novilladas, y resultó que Eliseo Gallardo, no compareció y en su lugar fue ocupado el fuengiroleño Juan Carlos Cabello, donde toreo con Alejandro Esplá que debutaba en Málaga dejando una buena impresión, acabó dando la vuelta al ruedo y saludó desde el tercio. Igual resultado de ovaciones por torero recibieron Alejandro Sánchez y Juan Carlos Cabello, que lidiaron una novillada bien presentada, mansa pero deslucida de Carmen Borrero. Al día siguiente debutaban como novilleros Dámaso González hijo, Ismael Cuevas y Adrián Abad que debutaba con picadores ante una interesante novillada de Torreherberos. El hijo del inolvidable Dámaso debutaba en Málaga, y antes de la corrida mi tío y yo tuvimos la suerte de saludar al maestro para saludarle y preguntarle como viene su hijo ante su debut en Málaga. El maestro muy amable nos dijo, muchas gracias por vuestras palabras. Aquella tarde, Dámaso sorprendió con su firmeza. Con el otro fue de menos a más, iniciando su labor muleteril al hilo del pitón y aprovechando sus nociones de técnica. Después se fue entonando su labor, aunque sin terminar de romper. Por su parte aquella tarde, el fuengiroleño Ismael Cuevas, que el pasado año no pudo cumplir su compromiso por una grave cornada. Una vez recuperado, hizo su presentación en La Malagueta, mostrándose como un novillero que tiene la capacidad de conectar con los tendidos, algo que no es sencillo. Pareó en su primero, en el que apuntó buenas maneras con la franela aunque no terminó de disparar; combinando muletazos con gusto con otros que resultaron enganchados. Lo mejor de su labor llegó en el quinto, en un trasteo en ritmo ascendente. Así, tras las dudas iniciales de quién se está iniciando en esta profesión, logró tandas de naturales ligadas, con la planta erguida, que hicieron sonar la música y despertaron los ´olés´. Fue en el momento en el que logró cogerle la distancia a su oponente cuando pudo estar a gusto en la cara del de Torreherberos. Una gran estocada fue la rúbrica para una oreja que paseó eufórico. Los aceros, a mejorar. No pudo tener su debut soñado con los del castoreño Adrián Abad, que tuvo que lidiar en primer lugar un sobrero de la misma ganadería titular al partirse el que le había correspondido en suerte el pitón izquierdo al derrotar de salida. Brusco y desarrollando peligro, no le quedó otra opción que tomar los aceros. Por su parte, en el que cerraba plaza, salió dispuesto a igualar e incluso superar a sus compañeros. La larga cambiada de inicio, continuada con verónicas y una media garbosa fue la mejor muestra de ello. Luego pudo mostrar que con la muleta también puede hacer cosas interesantes con algún natural suelto; a la vez que dejó patente que la espada es una gran asignatura pendiente: tres pinchazos y veintidós descabellos al borde de los tres avisos es algo que no se puede repetir. Nos vamos a la primera corrida de toros del ciclo continuado de Málaga, una corrida de Albarreal donde debutaba en Málaga, un torero que tenía ganas de verlo torear y se cumplió el sueño. Era la presentación del maestro Fundi tras 21 años después de que tomase la alternativa. Una presentación triunfal por el torero fuenlabreño cortando sendas orejas y al terminar la corrida, tuvimos la suerte de saludarlo y charlar con él. Por su parte, ni José Luis Moreno ni Domingo López Chaves no tuvieron suerte con sus lotes. Al día siguiente, la injusticia presidencial dejó a Mari Paz Vega sin Puerta Grande Manolo Segura, por negarle de manera injusta la segunda oreja del quinto de la tarde. Lo que me acuerdo de esa corrida, que era de Jaralta, Mari Paz se llevó el mejor lote de aquella corrida. En su primero, un toro que nunca terminó de entregarse y bajó bien la mano aprovechando el pitón bueno que era el izquierdo. Lo mejor de ese toro, era ese pitón. Luego daba varios naturales templados y de bello dibujo antes de que el toro se apagase, mermadas sus fuerzas por las dos volteretas que había sufrido durante la lidia. Vega remató la faena de una gran estocada y los tendidos solicitaron mayoritariamente la oreja, que el Palco concedió. Y echando lágrimas de triunfadora, Mari Paz vio como se le cerraba esa Puerta Grande Manolo Segura por culpa del presidente, que si no recuerdo mal, era Enrique Moya. Y recibió una fuerte bronca por negar esa oreja a Mari Paz y toda la Malagueta a gritos de ¡¡Torera, torera, torera!! Por su parte, Lima de Estepona, estuvo decidido ante sus dos toros y el rondeño Salvador García, se llevó dos mansos con embestidas inciertas. Al día siguiente, el jueves 14 de agosto, se vivió el drama de la fiesta, donde Fernando Cámara vivió el dolor. El primer toro de la tarde, llamado Barbanegro, de la ganadería de María del Carmen Camacho García, cuando trataba de terminar una tanda con la zurda, Barbanegro, volteaba a Fernando aparatosamente y al caer, escuchamos mis compañeros del tendido un crujido de la pierna izquierda de Fernando y la pierna quedó destrozada en mil pedazos, y ahí se acabó la tarde para Fernando Cámara en su reaparición. La corrida luego quedaría en un mano a mano entre Eduardo Gallo y Salvador Cortés, precisamente el torero sevillano fue el triunfador del festejo cortando la única oreja de la tarde. En sus otros dos toros, Salvador Cortés ofreció la cruz. En el cuarto le enganchó con frecuencia la muleta, pero como culminó con otra gran estocada acompañada de su voz, pues hubo hasta petición que el presidente, sensatamente, no atendió. La cosa hubiera quedado bien con una ovación, si bien el torero dio una vuelta al ruedo que el hospitalario público de Málaga le aplaudió. Pero el diestro se equivocó a dar por su cuenta una segunda vuelta que fue protestada. En el último anduvo un poco a la deriva. Fingía que toreaba de verdad, pero no engañó esta vez al público. Estocada facilona y dos descabellos. Eduardo Gallo no es el torero joven que pide pelea. La verdad es que no justificó su inclusión en la feria taurina de Málaga. Anodino, pegapases... Ni siquiera cuando dio algunos muletazos medio decentes tuvieron transmisión. Al segundo de la tarde lo mató de media trasera y tendida, y al quinto de un bajonazo. Al día siguiente, la corrida de Martelilla y Casa de los Toreros, fue decepcionante donde la afición salió decepcionada con el juego del toro y la terna que era José Ignacio Uceda Leal, Curro Díaz y Juan Bautista no tuvieron toros y salimos de la plaza aquella tarde, tristes y desilusionados. Vamos al fin de semana, donde vimos la corrida de la Casa Capea donde en la previa de la corrida, vimos al maestro Capea y su esposa Carmen Lorenzo, siempre cada año, es un privilegio saludarlo cuando va a ver toros. Aquella corrida de la Casa Capea, fue muy variada de juego los toros de los tres hierros de la familia Capea. Tras cortar la oreja del cuarto, la parte de la afición que le rió la ´gracia´ a Miguel Abellán le pidió una oreja (atendida por la generosa presidencia), y la otra se encargó de recordarle que no estaba de acuerdo durante la vuelta al ruedo.Antes, en el noble y justo de fuerzas sobrero de Julio de la Puerta, que sustituyó a un inválido del hierro titular de Pedro y Verónica Gutiérrez Lorenzo, dio muchísimos derechazos limpios pero con carencia absoluta de profundidad. El animal fue ovacionado en el arrastre. El hierro familiar. Los toros del hierro familiar no ayudaron al triunfo de Pedro Gutiérrez ´El Capea´. El encierro no cumplió con lo previsto tras el buen nivel presentado el pasado año, pero también es cierto que el diestro alternativado hace ayer justo cuatro años en esta misma plaza se llevó los dos astados con menos posibilidades. Con esto, una vez más, se mostró voluntarioso y nada más. Embarullado por momentos con el flojo y desclasado segundo, que le desarmó en diferentes ocasiones, se eternizó sin sentido entre los pitones de un animal moribundo en los compases finales del trasteo. En el otro, manso sin paliativos y con un genio molesto, vio como los pases resultaban enganchados y se le iba así una tarde con más pena que gloria. El lote. Por contra, el mejor lote fue para Ángel Teruel, que también se fue de vacío. Así, su primero se desplazó largo por el pitón derecho en los primeros compases. Despegadito, la faena no alcanzó las cotas esperadas en ese preciso instante, y luego ya fue imposible porque el burel fue a menos. Más entonado se mostró en el que cerraba plaza, en una faena con altibajos que dejó algún natural largo y pases de pecho con cierta estética. Una tanda de manoletinas más ajustadas que las demás, justo antes de estar poco afortunado con los aceros, fue el punto final a una tarde que no pasará a la historia por lo visto sobre el albero. Ni por nada. Al día siguiente, la primera corrida de rejones del ciclo continuado, disfrutamos de la primera Puerta Grande Manolo Segura donde el rejoneador alicantino Andy Cartagena cortó tres orejas dando una gran tarde de toros. La primera de ellas llegó en el que abría plaza, donde ofreció al entregado público, muy diferente al de las tardes de toreo a pie, lo que realmente esperaba: espectáculo. Así, abundó en piruetas a lomos de ´Maravilla´, sacando el máximo partido al mejor de los bureles que saltaron al albero. Las banderillas a dos manos y las cortas, una de ellas al violín, junto a un rejón efectivo, confirmaron el trofeo. Más estético estuvo en el cuarto, en el que volvió a clavar al violín, toda una marca de la casa, una de ellas saliendo de un quiebro con ´Maní´. Sin embargo, lo que entusiasmó al público fue el baile con ´Pericalvo´, un equino que se balanceó con gusto al son de la música. Por cierto, esta vez los melómanos disfrutaron de los abundantes pasodobles que interpretó la banda de Miraflores Gibraljaire. Todo un placer. La bonita muerte del de Benítez Cubero, que se resistió a caer y se derrumbó en el mismo centro del anillo contribuyó a que se le solicitaran con fuerza las dos orejas. Riesgos. Tras salir de una importante lesión ósea de la que todavía se recupera, Diego Ventura no pudo ganar esta ver la partida. Estético con ´Cheque´ en los primeros compases de la faena a su primero, se arrimó hasta el exceso con ´Morante´, el famoso caballo que muerde a los toros en una suerte poco estética e irrespetuosa con el toro, gran protagonista de la Fiesta. Además, puso en peligro la integridad del equino, que tuvo que soportar cómo el burel le levantaba los cuartos delanteros al cogerlo por los pechos. Ventura, que es un rejoneador con ambición y amor propio, no se quiso dejar ganar la partida, y así salió a por todas en su segundo. Lo cierto es que le hizo las cosas bien al toro más parado y con menos opciones de la tarde, al que lidió con calidad con ´Manzanares´ y ´Distinto´ para ir cambiándole los terrenos, destacando al clavar al quiebro. Sin embargo, esas ansias de triunfo le llevaron a pasarse de faena, clavando con ´Califa´ palos a dos manos, tanto largos como cortos, que no siempre quedaron en el morrillo. La imagen del animal casi moribundo, y al que se le continuaba castigando, no beneficia para nada al espectáculo taurino, dándole argumentos a los detractores de esta tradición. Muy nuevo. Completaba el cartel el joven rejoneador luso Joao Ribeiro Telles, muy nuevo todavía para compromisos de esta responsabilidad. Siguendo la estampa clásica de los rejoneadores portugueses, dejó una buena impresión por su excelente doma, sobre todo en su primero, y por su elegancia. Sobrio, sin adornos cara a la galería, Ribeiro Telles no se prodigó en gestos a los tendidos, y no llegó la transmisión deseada. Insistiendo en realizar un toreo ortodoxo, los puntos más destacados de su debut en La Malagueta llegaron en el que cerraba plaza con las banderillas a dos manos sobre ´D´Orey´, y con las rosas a lomos de ´Veneno´. Flojo con el rejón de muerte, habrá que esperar a su evolución.  Al día siguiente, el lunes 18 de agosto, vivimos las dos caras de la fiesta en la misma corrida. La cara de la fiesta, se la llevó Daniel Luque, donde el torero de Gerena, debutaba en Málaga, y dejó sorprendida a la afición malagueña con su toreo de capote y dejó constancia, que se le ve preparado para citas importantes. De esa tarde recuerdo, antes de entrar a la plaza, ir a la furgoneta de Alejandro Talavante pillar la foto del maestro y la pude conseguir, gracias a Antonio Corbacho, la pude conseguir. Aquella tarde, el extremeño vivió una desafortunada tarde en Málaga. En el primero de su lote, Alejandro tuvo un toro, que metía la cabeza a regañadientes en los primeros compases, pero pronto se quedó parado, sin fuerzas. La pitada de descontento del público con el juego de los astados fue sonora. Sin embargo, esos pitos cambiaron de objetivo cuando Talavante pegó un sainete con la espada: media y una docena de descabellos, dando lugar a que sonaran los tres avisos, el mayor fracaso para un torero. La bronca fue monumental. El toro, moribundo, se pegó en tablas, y el habilidoso de Paco Arijo se asomó por el burladero y lo apuntilló a la primera. El quinto era un toro que salía suelto, astifino y con tendencia a quedarse en los medios a la espera de que los toreros se acercaran. Se cambió el tercio sin que hubiera visto un capote de cerca. El toro entraba con la cara alta y orientándose de todo. Tras las banderillas expresó su mansedumbre con los mugidos de dolor. Alejandro Talavante no lo quiso ni ver. Hizo un trasteo por la cara para, entre la bronca, entrar a matar de un pinchazo hondo, otro escupiéndolo el ’regalito’ del animal y una media dando paso a otra bronca. Despedido con almohadillas mientras salía de la plaza e increpado. Por su parte Tejela, no tuvo fortuna con las reses de Toros de San Miguel que resultó el encierro decepcionante. Por su parte, Daniel Luque se ganó la sustitución de El Cordobés hijo en la corrida del miércoles. Al día siguiente, antes de comenzar la corrida, escuchaba por mi radio, en un boletín informativo de Canal Sur Radio, la reaparición de José Tomás, para la corrida de la feria de Málaga, tras recuperarse de las dos graves cornadas que sufrió el 10 de agosto, en el Puerto de Santa María (Cádiz). Una noticia que se alegraron mis compañeros del tendido que me iban preguntando. ¿Toreará José Tomás mañana en Málaga? Y así fue. La corrida que nos tocó ver aquella corrida, fue descastada con los Peñajara que decepcionaron pero salvó la tarde, un sobrero de Jaralta, donde Perera, el torero pacense, realizó una buena faena, quedándose más quieto que un poste y no se movía ni un pie. Una gran estocada en la yema, puso en sus manos la única oreja del festejo. Por su parte Castella y El Cid se marcharon de vacío saludando ovaciones. Llegamos al gran dia por la afición de Málaga, la actuación de José Tomás en el día de su cumpleaños. La corrida que trajo la familia Fraile con el hierro de El Pilar fue interesante donde vimos una terna de lujo, Pepín Liria en su despedida de Málaga, José Tomás y Daniel Luque. Ambientazo por las nubes en la plaza, cartel de No hay billetes. Una corrida donde Liria se despidió de la Malagueta cortando una oreja y fue ovacionado en su segundo, por su parte Daniel Luque repitió actuación y dejó buenos lances de capote en ambos toros. Pero el triunfador indiscutible sin duda era José Tomás, vestido de verde y oro, reaparecía en Málaga en el día de su cumpleaños. La afición dudaba si acudía o no a la cita pero al final pudimos verlo. La Malagueta quedó entregada a lo que hacía el torero madrileño, ya que en el toro de Liria que abrió corrida, se echó el capote a la espalda y la plaza se puso en pie cuando terminó su quite. Luego en el primero de su lote, José Tomás consiguió sostener al segundo toro de la tarde, que buscó tablas desde muy pronto, y le realizó una faena que creció en intensidad en sus últimos compases, con varias buenas series al natural. Su fallo a espadas en el primer intento le privó de pasear el doble trofeo. Al quinto, un buen sobrero de El Torreón, le hizo una de sus faenas cimentadas en la quietud, la ligazón y la profundidad, con tandas extraordinarias por ambos pitones. Tras una gran estocada, arreció la petición y le fueron concedidas las dos orejas. Y abrió una nueva Puerta Grande Manolo Segura en su trayectoria taurina en Málaga. La corrida que se celebró al día siguiente estuvo a punto de no celebrarse, por el baile de corrales que había. Pero luego trajeron toros de varias ganaderías. Al terminar el paseíllo de la corrida, el alcalde de Málaga, entregaba a Manzanares el capote de paseo como triunfador del ciclo del 2007. El torero de Alicante, ya se gustó en el toreo a la verónica, rematando con una media de gran gusto. Cuidó al animal, que se dio una voltereta en el tercio de varas, y lo llevó sin robarle un muletazo a los medios, donde pronto instrumentó dos derechazos muy templados. Fue la antesala de lo que vendría después, con excelentes tandas en redondo y un magnífico cambio de manos con empaque que se remató con el pase de pecho. Tras probarlo por el izquierdo, por donde el burel se quedaba más corto y era mirón, muy torero supo darle tiempo entre las series para retomar la diestra y rematar un trasteo muy variado, destacando pases por bajo y de la firma, antes de que el de Parladé se parara. Mató de una estocada algo tendida y paseó la primera oreja del festejo. Y la última. Con todo a su favor, fue devuelto el de Domecq que le correspondió en suerte, manso, y que volvió a los corrales quien sabe si con la intención de levantar una tarde que a excepción de lo anteriormente mencionado no cumplió con la expectación creada. Así, salió un sobrero de Julio de la Puerta, ganadería que ya lidió un buen toro en una tarde anterior, y que sin embargo continuó con la línea del muestrario de hierros que se vio sobre el albero. Le avisó por los dos pitones, pretendiendo echárselo a los lomos, y pese a estar dispuesto y muy por encima del toro, no pudo redondear. Responsabilidad. En una tarde de gran responsabilidad, al combinar su condición de matador de toros con la de empresario y diseñador de los carteles de este ciclo, Francisco Rivera Ordóñez abrió cartel con un anovillado ´juampedro´ igual de flojo que de descastado. Lo banderilleó con solvencia a petición del respetable, e intentó cuidarlo en los primeros compases del trasteo muleteril. Sin embargo, el astado daba derrotes y embestía a media altura; una circunstancia que se agudizaba por el pitón izquierdo, por donde ni siquiera quería pasar. Sin plantear grandes dificultades por su condición de noblón, y carente de transmisión, su labor fue silenciada. Algo más entonado pudo estar en el cuarto, otro flojo, en este caso de Parladé, y al que le vino bien la cura que le dio Rivera en los primeros instantes de la faena. Los pases por alto iniciales al menos le permitieron ligar por el derecho, intentando llevárselo atrás y rematando con dos pases de pecho. También dejó algún detalle como un molinete y un pase de desprecio, todo con mucho oficio. Pero se pasó de faena y el toro se rajó, poniéndose muy complicado para matar. Todo quedó en palmas. Jaleado. Completó el cartel El Fandi, que se llevó el lote más cuajado, pero igual de deslucido que el de Rivera. Así, sólo pudo aportar con el capote en su primero, al que recibió con una larga cambiada de rodillas e instrumentó verónicas y una revolera muy jaleadas. Tras llevar al caballo por chicuelinas, banderilleó con su habitual espectacularidad (también como es habitual a toro pasado). Tras brindar al público, desarrolló una faena bullidora, comenzada de rodillas. Apenas sí duró, porque el animal estaba totalmente congestionado y acabó defendiéndose con derrotes. Tras matar de una estocada tendida, para sorpresa de los aficionados habituales de La Malagueta, cierto sector del público le pidió una oreja, evidentemente no atendida. En su segundo, un remiendo de Yerbabuena mejor presentado que los demás, quitó por navarras, enloqueció al parear (sobre todo uno que combinó el violín y la moviola), y ya está. Intentó iniciar la faena de rodillas, pero fue el primer aviso de que no quería pasar. El manso de Ortega Cano desarrolló mucho peligro y motivó que la tarde se le fuera sin pena ni gloria. Al día siguiente, el viernes se viviría la faena de la feria taurina 2008 que fue premiada con el Capote de Paseo, la realizó Cayetano Rivera en el día de su reaparición tras una cogida que había sufrido días atrás en Huesca. Vimos a un Cayetano templado, correcto y poderoso con el mejor toro dentro de una deslucida y descastada corrida de Garcigrande. Lo que me sorprendió de Cayetano de aquella corrida, fue su templanza con ese toro de Garcigrande, cortando dos orejas tras una estocada fulminante. Por su parte, el Juli aquella tarde, se encontró con un toro noble sin fuerza pero dejó buenas series. Por culpa un pinchazo perdió el posible trofeo, pero luego fue ovacionado. Por su parte, volvimos a ver, lo que nadie quiere ver a un torero, la devolución de un toro vivo al corral. Le volvió a suceder al maestro Fino, dejarse un toro vivo tras oír los tres fatídicos avisos. La Malagueta enfadada abucheaba a Finito cuando salía de la plaza al finalizar la corrida. Al día siguiente, la última corrida de toros de a pie dejó dos faenas para el recuerdo. La faena que realizó Javier Conde en su primer toro, dentro de un buen encierro de Román Sorando Herranz, enamoraba a la plaza, con su toreo de arte. El toro embistió como de encargo y apenas lo picaron. El malagueño comenzó con suertes despegadas y faltas de naturalidad, para mejorar en la serie siguiente la calidad de los muletazos. Hubo dos redondos de extraordinaria caligrafía, frente a una res, repito, muy noble y que seguía embistiendo auténticamente de carril. Algún natural tuvo también el adecuado remate. Conde se adornó con un circular de más de 360 grados. Después, el toro pasado de faena, buscó las tablas. En el quinto Javier Conde lanceó despegado y aunque el toro trataba de meter la cara, no transmitía. Con la derecha, el espada toreó despegado y para afuera entre enganchones. Intentos con la izquierda, mano con la que no se acopla. Prueba el toro y Conde duda y a la faena, hecha de muletazos sin ligar, le faltó armazón y le sobró tanto y tanto intento. Toro sin clase y faena que no dijo nada. Salvador Vega tuvo un lote de comportamiento desigual, pero que tampoco resultó muy propicio para el lucimiento. En el tercero de la tarde estuvo decidido y cuajó un par de buenos naturales, dentro de una serie que el toro, cuando menos, aceptó. Res de comportamiento noblón y faena aseada de entre la que cabe destacar, una serie con la mano derecha cuando la labor del malagueño llegaba a su fin. El sexto se dejó todo el poder frente a las plazas montadas y llegó muy parado a la muleta, sin transmitir y doblando las manos. Vega lo intentó voluntarioso pero todo se quedó en el proyecto.  Hemos visto alguna faena de alto nivel, pero la Feria ha estado por debajo de lo que cabe esperar de una plaza de primera en la que sigue pendiente y por aprobar, la asignatura del toro. Y al final de la feria se dejó la segunda de las corridas de rejones. Una corrida de rejones donde participaron rejoneadores jóvenes como Joao Moura hijo, Leonardo Hernández hijo y El Cartagenero, tanto el rejoneador murciano y Leonardo cortaron las últimas orejas del ciclo del 2008. En nuestro próximo artículo, la temporada 2009, fue el año más duro de mi vida taurina, que era perder a mi acompañante taurino que era mi tío Manolo y que gracias a él me hice abonado, pude ver estos abonos junto a ti. Un abono de Málaga el del 2009, que fue el más triste de mi vida, pero gracias a dios pude ver el certamen internacional sin picadores y solamente pude faltar a tres festejos que eran la novillada picada, una corrida de toros y los rejones ya que viví las últimas horas del estado de salud de mi tío pero finalmente, el sábado 15 de agosto, a las 13:50 de la tarde, mi tío falleció y viví el momento más triste de mi vida, perder a una persona que gracias a él hizo muchas cosas conmigo, como conseguirme muchos carteles de toros para mi colección, fotos de toreros, talonarios de entradas y muchas cosas más. En ese mismo año del 2009, nació este blog de pcctoros y donde cada mes de agosto ponemos la crónica de la feria de agosto.

0 comentarios