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Noé Gómez del Pilar pide paso para las corridas duras

El torero Noé Gómez del Pilar ha dado hoy una gran lección de pundonor en la corrida de toros celebrada en Logroño. El madrileño ha demostrado su raza y entrega ante una corrida de Eduardo Miura. El Miura que abrió la tarde, fue un miura noble y con clase que entendió desde el principio Pepe Moral. Variado con el capote y fácil y solvente con la muleta, el sevillano completó una buena faena. Todo lo emborronó con los aceros. Sonaron dos avisos antes de que el toro rodara. Gómez del Pilar recibió al segundo a portagayola antes de darle buena lidia con el capote. Buen tercio de varas de Juan Manuel Sangüesa. El de Miura se arrancó de largo con alegría al caballo. Con la muleta se puso complicado. Con un recorrido corto y poca clase, Gómez del Pilar hizo un esfuerzo sincero y acabó extrayendo buenos muletazos, sobre todo por el pitón derecho, por el otro era imposible. Mató de una gran estocada, que le aseguró la oreja como merecido premio. No se llegó a acoplar Pepe Moral con el tercero de la tarde, un toro difícil que embistió a oleadas. El sevillano le buscó las vueltas, cambiando terrenos y distancias hasta protagonizar por el pitón izquierdo los mejores pasajes de la faena. Como en el primero, a la espada le faltó efectividad, sonando un aviso. Tras entrar a matar se dolía del codo derecho, que ya se lesionó en 2019. Gómez del Pilar se fue de nuevo a la puerta de chiqueros con el cuarto. Después le dio un manojo de buenas verónicas. Volvió a lucir al toro en varas dejándolo largo, desde allí se arrancó el de Miura al caballo de Pepe Aguado, que fue ovacionado. Brindó a su cuadrilla. Con la muleta se quedaba corto y daba un incómodo cabezazo al final del muletazo. Del Pilar estuvo firme y valiente, con temple y oficio fue estructurando una faena larga de mucho mérito. Al entrar a matar, el toro perdió las manos. Al segundo encuentro dejó la estocada.

Logroño, 21 de noviembre de 2020. Gira de Reconstrucción. Toros de Miura, bien presentados, altos, largos y con romana. El mejor fue el primero, noble y manejable. El resto desarrollaron complicaciones en distintos grados. Pepe Moral, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso; Gómez del Pilar, oreja y vuelta al ruedo tras aviso. Entrada: cerca de 1.000 aficionados, dentro de las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus. Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del covid-19, posteriormente sonó el himno de España.

Al finalizar el festejo se fallaron los siguientes premios:

Mejor toro: Amapolo, primero de la tarde.
Mejor picador: Pepe Aguado.
Mejor brega: Rafael González.
Mejor par: Vicente Varela.

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