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Fallece el caballo histórico Labrit de la cuadra del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza

El caballo histórico de la cuadra del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, Labrit, el último representante de aquel equipo equino que conformó la edad de oro del toreo a caballo y la irrupción como leyenda de su jinete, Pablo Hermoso de Mendoza, ha muerto a consecuencia de un cólico. Tenía treinta y un años. Caballo luso árabe de menuda estampa, hijo de Novilheiro, tenía el hierro de Arsenio Cordero y llegó a la cuadra navarra a finales de 1997. Debutaría al año siguiente, en Morón de la Frontera, un 8 de febrero de 1998, bajo el nombre todavía provisional de Alquimista. Ya para su segunda actuación en Leganés, el caballo había sido bautizado con el nombre del rey navarro Juan de Labrit. Fue, sin duda alguna, un caballo muy completo, ya que pudo torear de salida como otros lo hacen en el segundo tercio.  Combinó su gran rapidez con un extraordinario sentido del temple, lo que aunado a su enorme valor le permitió realizar los quiebros más auténticos, arriesgados y exactos que se han visto en el tercio de salida. Así lo describía el periodista Santi Moreno, después de una de sus memorables actuaciones en Sevilla: “Me impresionó sobremanera Labrit, que hace a los toros de salida lo que otros caballos en banderillas”. Este corcel le permitió a Pablo Hermoso de Mendoza dar un paso adelante en su búsqueda por redimensionar los cánones del rejoneo, especialmente los que tienen que ver con el concepto tradicional del primer tercio de la lidia a caballo. El propio Pablo reconoció no pocas veces que sobre Labrit “conseguí pisar unos terrenos que con ningún otro caballo los había pisado”. Esos riesgos se pagan y fue con Labrit con el que Hermoso de Mendoza sufrió dos de sus percances más graves. El primero en Madrid, el 19 de mayo de 2001, y el segundo en Juriquilla (México), donde Pablo Hermoso de Mendoza salió mal parado, sufriendo la rotura de los ligamentos de la rodilla. El caballo sufrió cornadas internas en la zona inguinal. Labrit compartió cuadra con otros caballos legendarios como Cagancho, Chicuelo, Martincho, Gallo o Mazzantini, entre otros. Ya en sus últimos años, Pablo Hermoso de Mendoza lo relajó y lo utilizó en el tercio de banderillas, donde ponía su maestría en esos quiebros tan ajustados y tan milimétricos que realizaba. Su retirada llegó en la temporada 2008, diez años después de su debut, en la plaza de toros de Motril, donde el 1 de mayo colocó la que sería su última banderilla. A partir de ahí, su condición de castrado le permitió vivir en total libertad, en un potrero bajo la vivienda de Pablo Hermoso de Mendoza, donde lo podía ver todos los días nada más amanecer. Labrit permaneció con otro caballo estrella como fue Fusilero, con quien llegó a hermanarse de forma espectacular. Con Labrit se cierra el listado de aquellos caballos que marcaron el cambio en el toreo a caballo y que han dado paso a este nuevo rejoneo moderno, mostrando suertes que hasta que ellos llegaron eran prácticamente desconocidas.

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