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Vuelve a pasar por el quirófano el torero de plata Rafael Cañada

El torero de plata francés Rafael Cañada ha sido diagnosticado de una fuga de líquido cefalorraquídeo a raíz del grave percance sufrido el pasado 11 de mayo en Valencia. Los médicos le han informado este lunes de que va a tener que ser operado de nuevo. La intervención se realizará este martes. "Me van a poner una especie de tubo desde la cabeza hasta el peritoneo, y ese tubo, téoricamente, va a ayudar a disminuir la presión que provoca esa fuga de líquido cefalorraquídeo", resume con sus propias palabras Rafael Cañada. "Me han dicho que la operación -que según indica la documentación médica a la que ha podido tener acceso Aplausos consiste en la "colocación de una “válvula” precisa de anestesia general"- ha de hacerse con cierta urgencia. Es otro duro golpe que voy a tener que asumir. Llevo ya dos meses y medio ingresado y este es un nuevo revés que me tiene hecho polvo", admite con la moral minada. A pesar de este nuevo contratiempo en su recuperación, Rafael Cañada pudo asistir a la clase práctica celebrada el pasado sábado en la plaza de toros de Valencia, donde, además, recibió un cariñoso brindis por parte del novillero Rafael Ponce de León, alumno de la Escuela de Tauromaquia de Nimes. "Me deseó una pronta recuperación y yo le devolví el sombrero con un papel dentro en el que le escribí: Has perdido las orejas por la espada, pero has ganado una comida", relata Cañada. "Fue muy emocionante volver a la plaza. La última vez salí de ella camino del hospital y en esta ocasión fue al revés: salí del hospital para ir a la plaza a ver toros. Mi deseo es volver de nuevo esta Feria, pero no va a ser fácil con esta nueva intervención", declara apesadumbrado. En cualquier caso, Cañada ganó moral el pasado sábado en los tendidos del coso valenciano: "Me hizo muchísima ilusión encontrarme con tanta gente del toro y recibir el cariño de todos ellos y de la afición. Muchos me daban abrazos, besos y ánimos. Me desearon lo mejor mujeres y hombres, mayores y jóvenes. También matadores como José Copete "Copetillo" o Víctor Manuel Blázquez, que terminaba de ayudar a lidiar a los chavales los seis becerros de la clase práctica y vino corriendo a verme. El otro día también me visitaron en el hospital Román, Emilio de Justo, algunos miembros de sus cuadrillas... Ojalá tengan suerte esta feria. Yo tengo muchas ganas de ir a verles y, de momento, tengo reservado mi sitio en la meseta de toriles junto al maestro Soro. Ojalá salga bien la operación de este martes y pueda acudir a la plaza. No va a ser fácil, pero la esperanza es lo último que debe perderse...".

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