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Buena corrida de rejones de Brito Paes para abrir la temporada taurina de Lisboa (Portugal)

Ayer a primera del abono de Campo Pequeno fue positivo, el hecho más importante y significativo lo protagonizaron los miles de aficionados que a pesar de las incomodidades y de otras limitaciones acudieron al primer festejo post confinamiento en la capital portuguesa. Muchos creían imposible dar toros en Lisboa en tan duras circunstancias, pero el amor a la Fiesta fue más fuerte, dando una respuesta favorable al coraje del nuevo empresario, Luis Miguel Pombeiro, al que podemos calificar como triunfador, apoyado por todos los artistas y el ganadero. Al iniciarse la función, sonó el Himno Nacional, antes de guardarse un entrañable minuto de silencio, en recuerdo de las víctimas del coronavirus, los bomberos muertos en los incendios y el maestro Mario Coelho, recientemente fallecido. Los momentos más importantes de la parte ecuestre se vivieron en el toro que cerró plaza, cumplidor, que se adelantaba a los caballos. Pero nada pudo con la enorme entrega de Duarte Pinto, que hizo alarde de su toreo de verdad rubricando suertes que entusiasmaron a los aficionados más exigentes. Lidia sin florituras, basada en las normas eternas: toreo de frente, aguante y remates de compromiso. Frente al tercero, noble y de escasa trasmisión, Pinto ya había dado muestras de su clasicismo y de la seriedad que le caracteriza. Un paso adelante en la trayectoria de un joven que ya es figura. Figura es, desde bastantes años ya, el veterano Luis Rouxinol, un torero a caballo que nunca defrauda y siempre se empeña en sumar un triunfo más. Esta noche no fue diferente, aunque no alcanzó sus más altas cotas. Bregó ambos toros con sabiduría, aprovechando las buenas condiciones de sus oponentes para consumar suertes de distinta nota, casi siempre con acierto. Mantiene su puesto en la primera línea y el cariño del público, conquistado a lo largo de décadas de lucha. Marcos Bastinhas dejó patente una evidente ansia de triunfo, que le sonrió esta vez, porque se encuentra muy preparado, con las ideas claras, además de llegar con facilidad a los tendidos, que no le regatearon ovaciones, como lo hacían con su añorado padre. Le tocó un toro bravo, al que planteó guerra dentro de su estilo espectacular. Construyó una sólida faena, con alegría y mérito, finalizando con un buen par a dos manos por los adentros, tal como había terminado la lidia del segundo, de corte similar pero con menor impacto. Emoción y valor a raudales en las actuaciones de los dos prestigiosos grupos de forcados amadores -de Santarém y Lisboa-, que compitieron con brillo encargándose de las seis pegas de cara.

Lisboa (Portugal), jueves 30 de julio de 2020. Toros de Brito Paes, de magnífica presentación, codiciosos en general. Al quinto toro, bravísimo, se le premió con vuelta al ruedo y el ganadero saludó desde los medios. Luis Rouxinol, vuelta y vuelta; Marcos Bastinhas, vuelta y vuelta); Duarte Pinto, vuelta y vuelta. Entrada: más de tres cuartos del aforo autorizado. Las normas de seguridad se cumplieron con total rigor. Las vueltas al ruedo fueron simbólicamente convertidas en salidas a los medios. Una atronadora ovación, con toda la plaza de pie, saludó el brindis a un grupo de miembros del Parlamento que defienden la fiesta de los toros de los intentos de censura que han proliferado -sin éxito- en los últimos tiempos.

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