Buen encierro de Los Recitales en Madrid
Iván Vicente muleteando a uno de los bravos toros de Los Recitales.
Una del Scatergories. Aceptemos San Isidro como feria de la oportunidad. Impuesto obligatorio para mantener el privilegio del abono. Aunque muchos de los carteles aprobados por el Centro de Asuntos Taurinos ¡por unanimidad! pongan más que en entredicho la categoría de primera plaza del mundo. Pero aceptemos la oportunidad como tal. Y ya puestos, toca exigir que cuando de verdad pase el tren, los meritorios se hagan con él, no se tiren al medio de la vía para que los atropelle.
Ya se han ido sin cuajar, como pedían, unos pocos toros en esta feria. A saber, el sexto de Martelilla y tercero y cuarto de Salvador Domecq. Y hoy llegó Los Recitales y sumó tres o cuatro al cuadro de posibles. Y hasta el remiendo feo de Fernando Peña puntuó. ¿La terna? Tocada y hundida.
En la corridita de Los Recitales hubo de todo. También falta de presentación y, sobre todo, de remate. Corrida perfecta para Málaga, indigna en muchos casos para Las Ventas. Pero aceptemos la presentación si a cambio los toros embisten y ponen la oportunidad del triunfo en manos de los toreros necesitados. Hoy fue el caso, pero la terna no fue capaz de hacer de la necesidad virtud. ¿Necesitados? Si, pero de ambición.
La imagen más triste la dio Iván Vicente. Apático, sin alma y sin raza, se dejó ir un toro de lío gordo, el segundo. Justito de fuerza si, pero con una clase y un temple superlativos. Y se fue al limbo de los toros desaprovechados bajo una fortísima ovación. La forma de tomar los trastos, de emplearse pese a las fuerzas y de deslizarse fueron el contrapunto perfecto a la apatía y falta de ideas del madrileño. Y el delito más grave es que Iván Vicente sabe torear.
Pero con un toro así no valen excusas. Hizo gestos el torero de dolor en una mano, pero un torero no debe estar en Las Ventas, en Madrid, para quejarse. Si no se está, es mejor no venir. Y estar, lo que se dice estar, no estuvo Vicente.
Tampoco con el quinto, un remiendo de Fernando Peña que ¡embistió!. Le faltó clase, es cierto, pero tuvo movilidad y transmisión. También faltó bajarle la mano en algunas series, y cuando lo hizo el torero de Soto del Real, la plaza empujó. Está fácil Las Ventas, y ni por esas. Pero Iván se atascó y se atoró en un sinfín de pases que no iban a ningún sitio. Ni él ni la gente se lo creyeron.
También Posada dejó escapar un toro importante como el tercero. Noble y con temple, cierto es que Posada estuvo más dispuesto que su compañero, y que algunos de sus muletazos tuvieron personalidad. Pero no es menos cierto que... se fue al limbo con la oreja puesta. Participativo con el capote, comenzó bien Posada la faena, pero después se atascó y pasó más tiempo entre paseos y colocaciones que toreando. Muy periférico en ocasiones -le recriminaron la colocación- Ambel dejó detalles. Pero el de Los Recitales pedía romperse con él y ambición. Y eso...
El sexto no valió. El toro se movió al principio pero sin clase ni fijeza, y el extremeño brindó al público. En vano, porque la entrega para hacer honor al brindis... El toro no lo puso fácil, reponiendo sobre las manos, sin pasar, fue un regalo. Pero Ambel no se confió ni arriesgó tampoco. Y eso, después de los ejemplos de Sergio Aguilar y David Mora en días precedentes pesa, pesa demasiado en la feria de la oportunidad.
Abrió plaza Curro Díaz. El primero de la tarde, muy chico, muy chico, tenía nobleza y fondo. También poca fuerza, y sus banderilleros terminaron por destrozarlo en un chocazo contra el burladero del que salió renqueante. El toro quería pero le costaba. Se defendía en muchas ocasiones, y más cuando Curro dejó la mano muerta y permitió enganchar la muleta una y otra vez. Pasó mucho rato sin encontrar la receta oportuna y antes de matarlo de manera indecorosa.
El cuarto también valió. Más flojito, pero con la misma clase que otros. Y Curro firmó una faena muy larga y también irregular. Comenzó bien pero rápido se desinfló. Y medio consiguió remontarla en dos series por la diestra con personalidad y gusto. Respondió el toro, pero no el torero, que cuando tomó la zurda cayó todo a plomo. También cayó la espada baja. Y se acabó lo que se daba. Oportunidad perdida.
FICHA DE LA CUARTA DE LA FERIA DE SAN ISIDRO EN MADRID
Las Ventas (Madrid). Domingo 10 de Mayo. 4ª de San Isidro. Casi llenoCindo toros de Los Recitales, y uno (5º) de Fernando Peña, 1º, terciado, flojo y descastado. 2º, terciado, noble y de buen juego, aplaudido en el arrastre. 3º, terciado y noble, ovacionado en el arrastre. 4º, con volumen aunque pobre de cara, manejable. 5º, feo de hechuras y terciado, manejable, aplaudido en el arrastre. 6º, terciado, sin clase y deslucido.
Curro Díaz: Silencio y silencio.
Iván Vicente: Silencio tras dos avisos y silencio.
Santiago Ambel Posada: Silencio y silencio.
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