Ruedos con historia visita esta semana la plaza de toros de Albacete
Fachada plaza de toros de Albacete.
El documental taurino Ruedos con historia, llegará este domingo a su décimo segunda entrega y esta semana visitan una plaza de toros manchega, concretamente la de Albacete. Una plaza de toros con una gran afición por el mundo del toro y esta semana, mediante la voz de Fernando Fernández Román, contará como es este coso manchego. Si alguno de vosotros no conoce la historia de este coso, les vamos a ponerles información de este coso. La Plaza de toros de Albacete tiene clara influencia mudéjar, manifestándose en las torretas y la puerta principal con un arco en forma de herradura. Además del amplio tendido, posee una extensa grada cubierta y todas las dependencias necesarias para la celebración de festejos taurinos.
En 1918 se reformaron los tendidos, colocándoles piedra de Novelda, que es la que actualmente aún existe. En 1921, se cambió la cubierta y unos veinte años más tarde se amplió el aforo.
Está configurada, al igual que todas las plazas, en las típicas zonas de barrera, tendidos y palcos. Cuenta con los servicios de capilla, enfermería, así como con las dependencias de portería y guarda.
Es un edificio exento, y como tal, sin medianeras, rodeado por la acera y una explanada en la que se sitúa una zona de aparcamientos, desde la que a través del patio de caballos, anexo a los corrales de los toros, se encuentra la entrada trasera por la que acceden los operarios y todos los materiales necesarios para cualquier espectáculo, ya sean conciertos, óperas y por supuesto, el espectáculo por definición para el que es construido este espacio, las corridas de toros. El actual corralero de la plaza es Juan Francisco De Lamo, más conocido como Munera.La segunda plaza de toros de Albacete se construyó en 1829 ante la creciente afición que iba adquiriendo la tauromaquia en la ciudad. Inaugurada el 9 de septiembre de 1829 por los diestros Juan Jiménez “El Morenillo” y Manuel Lucas Blanco, los toros pertenecieron a la divisa de Fernando Freire y Gil Flores. Por su ruedo pasaron las principales figuras de la época. Dicha plaza era circular, midiendo el redondel 34 metros de diámetro, y constando con dos plantas. Mientras que la primera era destinada al tendido, con bastantes filas de asientos, la segunda lo era a gradas y palcos. Los materiales empleados en su construcción fueron piedra, tierra y ladrillo. En una época en la que Albacete contaba con poco más de 17.000 habitantes, la plaza de toros estaba concebida para poder albergar a 7400 personas. Tenía cuatro puertas para el servicio público y 10 escaleras de acceso a las localidades. Entre las dependencias para el servicio de las corridas figuraban: tres cuadras de caballos, dos corrales, para poder tener con separación igual número de corridas; una enfermería con tres camas; tres habitaciones destinadas a conserjería y administración, una de ellas se habilitaba en días de corrida para capillas. Además, tenía habitaciones a la parte exterior que se alquilaban para viviendas.
Sufrió algunas reparaciones, de escasa importancia, que no variaron el orden y división que tenía. Se derribó en 1916 para construir la plaza actual. Ya en el siglo XX, en 1916, el entonces alcalde Francisco Fontecha propuso la construcción de una nueva plaza ante el estado de deterioro que presentaba la anterior.
El 20 de septiembre de 1916 se celebró una reunión en el Ayuntamiento para tratar el asunto, y tras la exposición del alcalde se propuso la construcción de una nueva plaza de toros argumentando en primer lugar los motivos aludidos de falta de seguridad del viejo coso y también la certeza de que con la nueva plaza se podía dar más esplendor a la Feria y en consecuencia atraer a más forasteros. La respuesta positiva de los numerosos asistentes a la reunión no se hizo esperar y fue aceptada por aclamación.
En esa situación tan favorable para el cambio, los albacetenses y al frente de todos ellos la corporación municipal se pusieran manos a la obra y sin pérdida de tiempo se abrió en aquel mismo acto en el Ayuntamiento una suscripción popular, que inicialmente alcanzó la cantidad de 299.750 pesetas elevada posteriormente a 338.250 pesetas, con un aumento de otros socios que se adhirieron a la idea. A pesar de la difícil situación económica del momento, se hicieron acciones de 250 pesetas pagaderas en 10 mensualidades, concediéndose al Ayuntamiento el derecho de amortizarlas por sorteos anuales al tipo de emisión.
Se constituyó por escritura pública, otorgada ante el notario don Juan Ciller, en 9 de noviembre de 1916, una sociedad anónima con el título de Taurina de Albacete, para la construcción y explotación de una plaza de toros, con un capital de 350.000 pesetas, elevado después a 500.000.
Quedó establecido en sus estatutos que el alcalde de la ciudad sería siempre presidente del Consejo de Administración, constituyéndose éste en la forma siguiente: presidente, el alcalde, que por aquella fecha era don Francisco Fontecha Nieto, y a la vez fue elegido vocal del Consejo; vicepresidente don José Mañas Guspi; tesorero don José Cabot Jubany; vocales don Francisco Fontecha Nieto, don Adelardo García Moscardó, don Samuel Flores Flores, don Francisco Sánchez Silva y don Felipe Soto Fernández; secretario don Joaquín Quijada Valdivieso. Solventados ya una serie de escollos importantes, aunque ahora faltaban otros también de mucha relevancia, como la ubicación que tendría el nuevo coso taurino. Se estuvieron realizando indagaciones para lograr el lugar más adecuado y de máxima rentabilidad y el enclave no podía ser otro, lógicamente, que terrenos situados en las inmediaciones de la Feria, pues de esa manera se seguiría con la tradición, al estar situado el viejo coso en una zona cercana y también se lograba dar esplendor e importancia a la zona ferial.
Por ello, se hicieron ciertas negociaciones que llevaron consigo algunas dificultades y al final de todo se adquirió para solar un bancal de doña Mercedes Alfaro de Lodares, que tenía una cabida de 7.005 m², a lo que se unió posteriormente una huerta de la que era propietaria doña Llanos Cortés García con una extensión de 11.122 m². Se pagaron por la primera finca 17.512 pesetas y por la segunda 17.000 pesetas.
Para la edificación del coso se creó una sociedad anónima llamada Taurina Albacete siendo el arquitecto a Julio Carrilero. Las obras comenzaron el 17 de febrero de 1916 y concluyeron en un tiempo récord, el día 9 de septiembre de 1917, día en el que se inauguró y en el que lidiaron astados de don Fernando Villalón y la terna la conformaron Gaona, Joselito "El Gallo" y Saleri II.
En 1918, se reformaron los tendidos, colocándoles piedra de Novelda, que es la que actualmente aún existe.
En 1921, se cambió la cubierta y hace unos veinte años se amplió el aforo, que es el que permanece actualmente en 10.000 personas.
Se inauguró en 1961, junto a la puerta principal de la Plaza de toros de Albacete la escultura de Manuel Jiménez "Chicuelo II".
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