Siguen noticias sobre la evolución de El Pana

Rodolfo Rodríguez “El Pana” continúa ingresado en una habitación de planta del Hospital Civil de Guadalajara (México), después de más de tres semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos, primero en el Sanatorio Español de Torreón y más tarde en el hospital de Guadalajara. El torero está estable aunque su estado sigue siendo de suma gravedad tras el percance del pasado 1 de mayo en la plaza de Ciudad Lerdo en el que se fracturó tres vértebras cervicales que le han causado un tetraplejia. El director del hospital de Guadalajara, Francisco Preciado, ha explicado una vez la última hora del estado de salud del diestro: “Le he encontrado tranquilo. Sus frecuencias cardíacas han mejorado desde el jueves de la semana pasada y se han sostenido entre 58 y 60 latidos por minuto. No hemos modificado los parámetros farmacológicos en ese sentido. Sin embargo, hoy en la madrugada -por ayer domingo- apareció la fiebre. Ésta, indudablemente, es una de las cuestiones esperadas de los pacientes que, como él, permanecen inmovilizados durante 28 días y tienen catáteres conectados por su organismo. Hemos consultado este domingo al servicio de infectología y se le han hecho ajustes de antibióticos. También se decidió tomar policultivos, secreciones de todos los catéteres y sondas que están instaladas en el cuerpo del matador, para determinar si alguna de ellas puede ser la causa de una bacteriemia. Iguamente se ha hecho un hemocultivo, que nos permitirá orientar el tratamiento antibiótico. Hoy -por el domingo- cubre 12 días con cobertura antibiótica. Estamos atentos a cualquier cambio pero ese es el panorama”. Sobre el traslado a planta, explicó a mediados de la pasada semana en declaraciones a este mismo medio: “Está con parámetros hemodinámicos y cardiovasculares estables. Eso nos ha permitido tomar la decisión del traslado y así puede tener el máximo acompañamiento de la familia. Sin embargo, no ha salido de la gravedad. No hay mejoría en este aspecto”. El Pana continuará con una atención permanente, con alimentación a través de la sonda gástrica, con medicamentos antibióticos en un doble esquema, antiinflamatorios, un protector gástrico y con ventilación asistida, puesto que el torero no puede respirar por sí mismo y necesitará de por vida estar conectado a un respirador.