Noticias de la evolución de los heridos de Zaragoza
El matador de toros sevillano Javier Jiménez evoluciona favorablemente de la cogida grave que sufrió el pasado lunes en la feria de Zaragoza, el sevillano declaró estas palabras: ‘La herida tiene buena pinta y la evolución es la adecuada, si no surgen complicaciones el doctor Val-Carreres me ha dicho que podría estar recuperado para torear en unos quince días”. El primero en ir al hule fue el diestro sevillano, que se encuentra todavía ‘con los típicos dolores de una cornada’, más si cabe al tener destrozo muscular tanto en el vasto interno como en el externo. ‘Me están insistiendo tanto el doctor como los maestros Espartaco y Fandiño que no tenga prisa, que son lesiones que hay que curar bien, además lo positivo es que tengo tiempo por delante para recuperar con la temporada ya terminada… Se puede tener más paciencia’, reconoce convaleciente.Para el alta hospitalaria, todavía le quedan unos días. ‘Como mínimo hasta el jueves todavía seguiré aquí, a ver cuál es la evolución y cómo cumplen su papel los drenajes, pero lo normal es que hacia el final de la semana me manden para casa’, anticipa más ‘ilusionado por una temporada importante, que debe situar bien para el 2017′, que preocupado por la cornada. Iván Fandiño, por su parte, ha pasado la noche ‘sin fiebre’, aunque ‘con las lógicas molestias de una cornada’. ‘A él le gustaría irse mañana para casa, porque además el cirujano de Guadalajara va a casa a verlo y hacerle las curas, pero el doctor Val-Carreres prefiere que se quede aquí algún día más, así que para el alta hospitalaria habrá que esperar más 48 horas que 24′, comenta su apoderado Néstor García, minutos después de abandonar el Hospital Quirón, donde permanece el de Orduña.‘No vamos a tener ninguna prisa en la vuelta, porque la temporada está acabada y encima tiene el añadido de la cornada de Úbeda, que aún está fresca; forzamos para estar en Zaragoza, pero ahora no tiene sentido alguno… porque tiene el abductor partido’, detalla antes de añadir que confía, pese a todo, en que ‘en unos quince días pueda estar listo para torear’. El diestro vasco se encuentra ‘animado’, pese a la herida y a una tarde en la que los tres toros sin ninguna opción cayeron en sus manos. No en vano, el torero está ‘satisfecho’, porque el final de temporada ha sido ‘al alza, de menos a más’. Finalmente, el banderillero Rafael Limón, que actuó a las órdenes de Jiménez, también mejora considerablemente en la habitación de enfrente del torero de Espartinas. ‘Aunque hablemos de una cornada, hay que decir que fue una cornada afortunada, porque estuvo a sólo dos centímetros del temido Triángulo de Scarpa y, ahí, habría sido mucho más grave’, explica el cirujano jefe del coso de La Misericordia, Carlos Val-Carreres. ‘Le pudo hacer mucho daño, pero tuvo la suerte de que el pitón, en ese derrote tan seco y certero, topó con la espina del pubis’, explica el galeno, sobre el estado del torero de plata, herido cuando trataba de realizar un quite en el tercio de banderillas a su compañero Fernando Sánchez.
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