Marbella quiere poner fin a los toros
El Ayuntamiento de Marbella en la provincia de Málaga, está trabajando en los trámites necesarios para hacerse cargo de la gestión de la Plaza de Toros de Marbella, en manos de la empresa El Toreo S.L. desde la época de Gil, y después de que sus responsables comunicaran hace unos meses al gobierno tripartito su renuncia a seguir con la adjudicación. El coso había dejado de ser rentable hace tiempo, pero la llegada al Consistorio de un equipo de gobierno integrado por formaciones de manifiesto rechazo a la fiesta de los toros (IU prohibió todo tipo de información taurina en la radio televisión municipal) hizo vislumbrar a la concesionaria que el asunto estaba más que liquidado. A todo ello se une el hecho de que una de las condiciones marcadas por el grupo municipal de CSSP-Podemos para apoyar el presupuesto municipal de 2017 tiene precisamente al coso marbellí como protagonista. La formación exige que la plaza de toros pase a ser una ‘plaza de todos’, que la gestión pase a manos del Ayuntamiento «para todo tipo de eventos» (menos los taurinos, claro), donde los promotores de cada espectáculo asuman los costes, y que paralelamente se redacte un proyecto para «cubrir, modernizar y poner en valor» el recinto. Para ello, el presupuesto de 2017 recoge ya una partida de 125.000 euros. «La empresa renunció a la concesión y era el momento de ver qué se hacía con el recinto, y lo mejor es que se recupere como nuevo espacio para todo tipo de actividades», explica el concejal de CSSP-Podemos, José Carlos Núñez. Polémicas fueron las palabras pronunciadas por el edil durante el pleno de presupuestos, el pasado mes de marzo, en el que dejó clara su postura afirmando que la plaza de toros debe dejar de ser utilizada «por cuatro frikis» para ser un espacio para todos. El objetivo con el que trabaja ahora el Ejecutivo local es poder recuperar el coso taurino como nuevo espacio cultural. De hecho, según ha podido saber este periódico, la plaza de Marbella acogerá después de este próximo verano una serie de conciertos en lo que será la nueva etapa del recinto, en la que las corridas de toros están descartadas, según confirma el responsable municipal de Turismo, Miguel Luna, quien anuncia que la intención es que la gestión de la plaza se haga desde el Ayuntamiento a través de la empresa municipal del Palacio de Congresos. No obstante, antes de que ello ocurra, las partes (Ayuntamiento y empresa concesionaria) deben alcanzar un acuerdo sobre cómo se rescinde oficialmente el contrato. «La delegación de Hacienda está elaborando un documento que pondrá sobre la mesa una cifra a la que tendrá que hacer frente la empresa y que habrá que ver si se puede cubrir con la garantía que existe», indica el concejal responsable de Hacienda, Manuel Osorio, quien subraya que si bien, de entrada, el equipo de gobierno no se planteó la posibilidad de rescatar esta concesión, fue la renuncia de la concesionaria «derivada de que no le resulta rentable», la que llevó al Ayuntamiento a plantearse la posibilidad de recuperar este recinto como un nuevo espacio para actividades culturales que, indica, no pasarían por las corridas de toros. Contactado por este periódico, el empresario JoséRomán eludió hacer declaraciones sobre el asunto hasta tanto no tenga sobre la mesa la propuesta del Ayuntamiento o se haya alcanzado un acuerdo. De fondo en esta negociación se encuentra el reajuste de las condiciones de la concesión solicitado en su día por la empresa que pasarían, según ha podido confirmar este periódico, por reducir el número de festejos al que estaba obligado, dada la escasa rentabilidad económica que obtenía de los mismos, máxime cuando los últimos organizados se vieron envueltos en la polémica tras los ‘ataques’ de grupos antitaurinos que llegaron a invadir el ruedo en plena faena. Ocurrió en agosto de 2015 y los episodios acabaron con cruces de denuncias entre cuadrillas de toreros y antitaurinos en los juzgados. Desde el Ayuntamiento entienden que el concesionario «ha dejado de hacer frente» a una serie de obligaciones por las que ahora debe compensar a la ciudad. Una vez que se cierre el rescate de la concesión, el Consistorio debe dar contenido jurídico a la fórmula de explotación del coso a través de la sociedad del Palacio de Congresos. La concesión de la Plaza de Toros data de la época del GIL. Se formalizó por un periodo de 50 años y sin la obligación del pago de un canon por parte de la empresa dado que la firma invirtió en la remodelación de la plaza. Fue ya en tiempos del PP, en año 2009,cuando se cambiaron los términos con un nuevo contrato, que se firmó por 18 años, y fijó un canon inicial de 43.000 euros anuales. Con el rescate del recinto, Marbella dice adiós a una época en la que los festejos taurinos fueron uno de los atractivos turísticos durante el verano que en su tiempo llegó a congregar a muchos rostros famosos del panorama nacional e internacional. La plaza de Toros de Puerto Banús, cerrada a cal y canto desde hace años, tampoco encuentra una salida a su posible reapertura. Dejó de celebrar festejos taurinos en el año 2000. Está sin actividad desde que en 2009 fuera sede de la fase final de la Copa Davis de tenis. En 2010 acogió un último concierto. Sus propietarios, Construcciones Salamanca, pusieron a la venta el recinto hace años. El Ayuntamiento de Marbella intentó el verano pasado reabrir las puertas de la plaza de Puerto Banús con conciertos. Se llegó incluso a promocionar una actuación de Pasión Vega en este recinto. El informe de bomberos y técnicos, en el que se ponía de manifiesto el mal estado de las instalaciones, hizo que se descartara su reapertura.
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