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Toreros, historia y arte llega a su segunda entrega

Mañana sábado 29 de abril, el nuevo documental taurino de Canal Sur Televisión, Toreros, historia y arte, alcanza su segunda entrega para hablar de dos figuras del mundo del toreo que ya no están con nosotros y son Sebastián Palomo Linares y Antonio Bienvenida. Dos toreros que han compartido muchas tardes de toros juntos tanto Palomo como Antonio, y que esta semana veremos los mejores momentos de su vida taurina. Si alguno de vosotros no conocen dichas vidas, les hablaremos un poco de cada torero.

Sebastián Palomo Martínez "Palomo Linares" nació el 27 de abril de 1947 en la localidad jiennense de Linares. El torero andaluz falleció esta semana en Madrid, víctima de una hemorragia cerebral tras haber superado una intervención de cirugía de su corazón. El maestro se dio a conocer en las famosas novilladas sin picadores conocido como "La oportunidad" en Vistalegre que llevaba sus apoderados la Casa Lozano. Tras dos años con triunfos rotundos como novillero con picadores, el torero linarense se doctora a los 19 años de edad, en Valladolid, el 19-5-1966, donde actúo como padrino Jaime Ostos, que le cedió la muerte del toro Feíllo, número 9, de pelo negro, de la ganadería de Salustiano Galache y dio un peso de 448 kilos de peso bruto, siendo testigo Juan García "Mondeño". Cortó en esa tarde cuatro orejas. Tuvo que esperar cuatro años para confirmar la alternativa en Madrid, concretamente el 19 de mayo de 1970, con Curro Romero como padrino y "Juan José" García Corral como testigo, lidiando cinco toros de Antonio Pérez Angoso y uno de Antonio Pérez de San Fernando. Del primer hierro fue el toro de la ceremonia, de nombre Presumido, negro listón, número 87, de 555 kilos de peso, con el que el de Linares no se acopló. En 1970 cortó dos orejas a dos toros de Eduardo Miura en Sevilla. La faena que instrumentó en Las Ventas al toro Cigarrón, negro meano, número 21, con 566 kilos de peso, perteneciente al hierro de Atanasio Fernández. Dos trofeos más conseguiría en el otro toro de su lote, en una tarde que estuvo acompañado en el cartel por Andrés Vázquez y Curro Rivera. Era el 22 de mayo de 1972 y desde hacía treinta y siete años no se cortaba un rabo en Madrid. Este hito suscitó la polémica en el mundo del toreo, pero sin duda significó una fecha histórica para Palomo Linares, quien se convirtió en un fenómeno social. Fruto de esta circunstancia se sucedieron títulos cinematográficos en los que el linarense era el principal protagonista. Nuevo en esta plaza y Solos los dos, en esta junto a Marisol, fueron películas de gran calado popular. También se le hace referencia en la película "El espejo" de Andréi Tarkovski. Fruto de esta circunstancia se sucedieron títulos cinematográficos en los que el linarense era el principal protagonista. Nuevo en esta plaza y Solos los dos, en esta junto a Marisol, fueron películas de gran calado popular. También se le hace referencia en la película "El espejo" de Andréi Tarkovski.  La primera retirada de los ruedos tuvo lugar en Bogotá, el 31 de enero de 1982, en una tarde en la que compartió cartel con Pepe Cáceres y Curro Romero frente a tres toros de Vistahermosa y otros tantos de Pueblito Español, en la que consiguió cortar tres orejas. Reaparece en la plaza de toros de Acho, en Lima, Perú en 1983 alternando junto a José Mari Manzanares y Paco Ojeda con toros de Marcos Núñez, saldándose su actuación con las dos orejas de uno de sus toros. En 1985 vuelve a retirarse de los ruedos, después de no estar afortunado en el ciclo isidril madrileño, para volver a reaparecer en 1993, temporada en la que toreó 19 corridas en las que, a excepción de Madrid, no pisó cosos de relevancia. Se retiró definitivamente de los ruedos vestido de luces en Benidorm, en una corrida nocturna, el 9 de agosto de 1995; vestido de grana y oro, junto con Manuel Díaz El Cordobés y Javier Conde, con toros de Gabriel Rojas. Nunca más volvió a vestir traje de luces, solo festivales benéficos. En el cartel de Bélmez fue su hijo quien actuó, con el mismo nombre, en último lugar por orden de lidia, ya que fue el más joven en tomar la alternativa de la terna. En 1969 compra junto a Eduardo Lozano la Ganadería de Pérez Tabernero, una de las más acreditadas ganaderías de España con antigüedad de 1895, que a partir de ese momento cambia de nombre a Palomo Linares, en 1997 Palomo le vende la mitad de sus intereses a su socio pero esta ganadería sigue lidiando bajo su nombre. Junto a su faceta taurina se encuentra su pasión por la pintura y las armas de fuego. Como pintor expuso su obra en diversas galerías del mundo, se afirma que recoge en sus cuadros sus vivencias y las plasma recurriendo a la luz y al color. A fecha del año 2007, Palomo Linares está volcado en la carrera de uno de sus hijos, Sebastián "Palomo" Linares hijo, que quiere seguir los pasos de su padre. Es matador de toros el hijo del mismo nombre. El 27 de abril de 2011, en Radio Marca, se declara seguidor del Club Atlético de Madrid, debido a la gran amistad que tuvo con Vicente Calderón. Su primer amor fue Teresa Cantalapiedra. Tras un noviazgo de ocho años con la exmodelo colombiana Marina Danko Villalba, se casaron el 26 de abril de 1977 en la iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid. Tuvieron tres hijos: Sebastián (1977-), Miguel (1980-) y Andrés (1988-).6 Sin embargo, el 31 de agosto de 2011, se anuncia su separación, tras 42 años juntos y 34 años de matrimonio.7 El 4 de septiembre del mismo año, Linares es ingresado en el hospital, al haber sufrido un infarto al corazón.

Antonio Mejías Jiménez "Antonio Bienvenida" nació en la localidad venezolana de Caracas el 25 de junio de 1922. Fue el cuarto hijo del matrimonio formado por Manuel Mejías Rapela, el legendario Papa Negro, y Carmen Jiménez. Es el más célebre de seis hermanos –Manolo, Pepote, Rafael, Ángel Luis y Juanito–, todos ellos toreros. Su hermana, Carmen Pilar, es actualmente la única descendiente directa viva de Manuel Mejías Rapela. Antonio perteneció a la saga de toreros célebres que empalmó la época de Manolete y Pepe Luis Vázquez con la de Antonio Ordóñez y Manuel Benítez "El Cordobés". Lidió su primer becerro a los cinco años y empezó a actuar como becerrista en 1936, presentándose en la plaza de Madrid el 3 de agosto de 1939 para estoquear novillos de Terrones. En 1941 salió triunfador cuatro de las cinco tardes que actuó en la plaza de Sevilla. El 18 de septiembre de ese mismo año se consagró en la plaza de Las Ventas, alternando con Joselito de la Cal y Rafael Ortega. Su faena con el novillo Naranjito, de Antonio Pérez, pasaría a la historia como «la de los tres pases cambiados».Era el comienzo de una larga y brillante carrera, en la que fue el torero predilecto de Madrid por excelencia. Tomó la alternativa de su hermano Pepote en la misma plaza el 9 de abril de 1942 en una faena con miuras. Un par de meses después, el 26 de julio de 1942, recibiría en la Monumental de Barcelona una de las cornadas más peligrosas de su carrera, que lo mantuvo más de dos meses fuera de los ruedos. Durante sus primeros años, cosechó éxitos pero también conoció fracasos. Con todo, se fue convirtiendo en el torero de moda, con lances como el de 1948, cuando un toro le derribó y se salvó a sí mismo con un quite desde el suelo. Entre 1953 y 1957 tuvo cinco temporadas gloriosas, tras las que sufre un bache profesional. En lo que se refiere a la crítica, recibió tanto valoraciones elogiosas como negativas. Y es que Antonio Bienvenida tuvo tardes buenas y tardes malas, salidas por la puerta grande e insultos desde el tendido cero. Entre las tardes buenas se cuenta la histórica corrida del 3 de julio de 1955, en la que toreó gratis a beneficio de sus compañeros toreros necesitados, y estoqueó en solitario en Madrid seis toros de Galache. En 1957 se fracturó una pierna en una lidia benéfica a favor de los damninificados por las inundaciones de Valencia, y al año siguiente, el toro Cubitoso, de Sánchez Cobaleda, le hirió gravemente en el cuello. En los años siguientes, realizó varias giras por América. El 25 de mayo de 1963, siendo ya una figura consagrada, le dio la alternativa a Manuel Benítez "El Cordobés", y en 1964, en San Sebastián de los Reyes, con un toro de Cembrano, hizo la que según muchos de los críticos sería la mejor faena de su vida.  En 1966, a los 44 años, anunció su retirada, y el 16 de octubre, tras lidiar seis toros, su hermano Pepe le cortó la coleta en Las Ventas ante su hermano Ángel Luis. Seguirá actuando en festivales hasta 1971, año en el que vuelve a los ruedos. Su reaparición tuvo lugar también en la plaza de Las Ventas, el 18 de mayo, para confirmar la alternativa del mexicano Curro Rivera. El 5 de octubre de 1974 se retira definitivamente en la plaza de Vista Alegre. Quedaban a sus espaldas 775 corridas y 54 novilladas; 113 novillos y 1.628 toros estoqueados. El 4 de octubre de 1975, aniversario de la muerte de su padre, asistió a Misa en una iglesia de Colmenar Viejo. Al terminar, se dirigió con su familia a la finca de Amelia Pérez Tabernero, en El Escorial, para tentar unas vaquillas. Después de probar un par de ellas, una res a la que se había dado puerta y galopaba al campo, volvió grupas, entró en la placita de tientas y cogió desprevenido a Bienvenida, a quien volteó aparatosamente. El incidente le provocó graves lesiones de vértebras, a consecuencia de las cuales murió en Madrid tres días después. Tenía 53 años. El 8 de octubre, su féretro fue paseado a hombros en la plaza de Las Ventas por sus compañeros, entre otros, Ángel Peralta, Paco Camino, Curro Romero, Francisco Rivera "Paquirri" y Palomo Linares. El 15 de noviembre de 1948, contrajo matrimonio con doña María Luisa Gutiérrez, con la que tuvo cuatro hijos. Fue Presidente del Montepío de toreros y organizó muchas corridas benéficas. A partir de 1952 denunció el fraude del afeitado, hecho éste que le granjeó tantos amigos como enemigos. En 1956 recibió la Oreja de Oro de la Asociación de la Prensa, y ese mismo año ingresa en la Orden Civil de Beneficencia y le fue impuesta la Cruz de Beneficencia por la labor altruista que desarrolló mientras presidió el Montepío de Toreros. A esas alturas de su carrera, había sufrido quince cornadas graves (quince pequeñas muertes, como le gustaba decir). Antonio Bienvenida era hermano de la Hermandad de la Esperanza Macarena de Sevilla y miembro del Opus Dei. Conchita Cintrón, la primera mujer torero, definió a Bienvenida como “esencia de señorío en gestos de torero”, y Rafael Gómez López-Egea, uno de sus biógrafos, dice de él: “No fue sólo un torero de época, supo estar por encima de las modas pasajeras, en una búsqueda insaciable de las esencias del toreo”. La calle principal de la Feria de Sevilla lleva su nombre. Todo lo relacionado con la saga de los Bienvenida, y en particular de Antonio Bienvenida, fue donado por Don Juan Murillo de Saavedra Vizconde de Burguillos al Club Taurino Extremeño.

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