Decepción en la vigésimo segunda corrida de la feria de San Isidro de Madrid
Esta tarde se ha celebrado la vigésimo segunda corrida de la feria de San Isidro de Madrid, con Daniel Luque, David Galván y Álvaro Lorenzo, que lidiaron cuatro toros de Torrehandilla, uno de Torreherberos y un sobrero (sexto bis) de Virgen María. Daniel Luque tuvo en primer lugar un cinqueño con la cara hacia delante, enseñando las puntas. Daniel Luque lo paró con facilidad. Se midió al toro en el caballo y apuntó buena condición en los capotes. El quite de David Galván fue por chicuelinas. Daniel Luque se mostró muy fácil con el noble toro, que la tomaba bien pero salía con la cara alta, desluciendo los muletazos. Con la izquierda tardó en cogerle un poco más el aire, ya que exigía engancharlo suave. Algunos naturales tuvieron ritmo. El final por "luquesinas" tuvo emoción y se mostró la buena humillación del toro. Media estocada y un descabello. El segundo también fue amplio en todos los sentidos. Un tío con dos guadañas como pitones. David Galván trató de torearlo a la verónica pero el toro venía dormido sin emplearse. No destacó su paso en el caballo. Álvaro Lorenzo quitó por chicuelinas rematadas con una larga muy templada. Brindó al público su actuación Galván. Dejó una vez más muestra de su caro concepto con un toro que soltó la cara con mal estilo. Las primeras tandas el defecto se maquilló por la movilidad pero después descompuso todo el planteamiento del gaditano. La estocada delantera tuvo efecto inmediato. Más agalgado que sus hermanos fue el serio tercero. Ancho de sienes y muy astifino. No se dejó torear por el capote de Álvaro Lorenzo de salida, saliendo suelto. Peleó con la cara por las nubes en varas. Y ya apuntó falta de entrega en la brega de El Puchi. Brindó Lorenzo a la afición que antes le había obligado a saludar por su salida a hombros el pasado Domingo de Resurrección. Rápidamente inicio la faena Lorenzo, tras dos pases de tanteo. Quizá un inicio por bajo le habría venido mejor al desordenado toro de Torrehandilla, que embistió sin ritmo ni clase. Lorenzo firmó una labor larga aguantando los hachazos del toro cada vez que rozaba los trastos. El bajonazo tuvo rápido efecto. El único cuatreño de la tarde lució el hierro de Torreherberos. Bajo, un punto ensillado, con la cara hacia delante. Se frenó en el capote de Daniel Luque, ese defecto de no deslizarse se fue potenciando durante la lidia. Los puyazos de Quinta cayeron traseros. Caricol y Cervantes demostraron profesionalidad con los palos ya que el toro esperaba con peligro. La faena de Daniel Luque tuvo un mérito sordo. Buscó la colocación exacta para tratar de que el toro rompiese a embestir. No fue agradecido el toro, que no enseñó las dificultades que tenía. Midiendo, con escaso recorrido y viniéndose por dentro, especialmente por el izquierdo. Seria actuación del sevillano. Estocada trasera. El colorado que hizo quinto fue el de mejores hechuras de la tarde. Galván le vio buen aire de salida y trató de torearlo con compás tanto en el saludo como en el quite. El gaditano brindó al público e inició la faena en los medios con una pedresina. Después sucedieron tandas en las que el toro fue cogiendo ritmo. Galván lo toreó a media altura, con buen trazo pero falto de exigencia. La faena terminó entre los pitones en un arrimón que no fue bien aceptado por la afición. Quedó la incógnita de qué habría pasado si al noble toro se le hubiera apretado más. En el final por manoletinas recibió dos pitonazos. Buena estocada. Palmas. El jabonero sexto fue devuelto por flojo y, en su lugar, saltó un sobrero con el hierro de Virgen María. Tocado arriba de pitones, hecho cuesta arriba, astifino. En los primeros tercios hizo cosas feas, quizá por corraleado. Lorenzo vio cómo se le vencía en su poderoso capote. Al caballo fue tres veces: la primera fue un refilonazo y en las dos posteriores empujó nada más llegar pero luego se quedó a medias. Mejoró el toro en las manos de Sergio Aguilar, que le dio una buena lidia. Álvaro Lorenzo dio una buena imagen con el sobrero, que no regaló nada. El inicio tuvo mando, después no se aburrió nunca empujando mucho las embestidas tras cruzarse mucho con él. Las primeras arrancadas de cada serie tuvieron recorrido pero luego cada vez se quedó más corto. Igual que en el caballo, su comportamiento quedó a medias. Lorenzo se mostró solvente y cuando pudo firmó naturales templados, como uno en redondo tras el cambio de mano. Una gran estocada llegó tras un pinchazo. Saludos desde el tercio.
Madrid, 29 de mayo de 2018. Feria de San Isidro. Cuatro toros de Torrehandilla, uno de Torreherberos (4º) y otro de Virgen María (6º bis) salido tras devolverse el 6º, de Torreherberos, por poca fuerza. Bien presentados, algunos atacados de kilos. Faltos de clase en líneas generales a excepción del 5º. El sobrero de Virgen María, sin fondo. Daniel Luque, saludos tras aviso y silencio; David Galván, saludos y palmas; y Álvaro Lorenzo, silencio tras aviso y saludos tras aviso. Entrada: Dos tercios. Tras romperse el paseíllo, el público obligó a saludar a Álvaro Lorenzo tras su triunfo del pasado Domingo de Resurrección.
Festejo para mañana en Madrid, vigésimo tercera de San Isidro: Toros de Garcigrande y Domingo Hernández Martín para Enrique Ponce, Sebastián Castella y Jesús Enrique Colombo que confirmará la alternativa.
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