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Javier Cortés paga de nuevo con sangre en Madrid

Parece mentira que Javier Cortés, volvía a Madrid, un mes después de su grave cornada que sufrió en el muslo izquierdo en la corrida goyesca del 2 de mayo, hoy ha vuelto a caer herido, esta vez no ha sufrido cornada, sino un puntazo inferido por el quinto toro, un jabonero que era un sobrero de José Luis Marca Rodrigo, que prendió aparatosamente el torero de Getafe durante la faena de muleta. Comenzamos la crónica. El primero de Rehuelga tenía perfil anovillado pero seriedad de toro por su cara hacia delante. Escurrido pero no estrecho. Hizo algunos extraños en el suave capote de Iván Vicente. Una agria colada por el pitón derecho espabiló a la plaza. En el caballo buscó los pechos hasta derribar a Jesús Vicente. En el segundo encuentro fue a más distancia pero le faltó empuje verdadero. Del quite de Javier Cortés quedó la bella media y la falta de remos del de Rehuelga, que perdió las manos. En banderillas estuvo sobrado Rafael González. Iván Vicente inició con delicadeza la faena. El toro punteó la muleta en señal de protesta. Por no querer tirarlo no lo apretó hasta el tramo final de la faena. En ese momento se descubrió la calidad del santacoloma, que quiso más que pudo. Algunos naturales tuvieron el sello exquisito del madrileño. La clásica estocada cayó en todo lo alto. Saludos. El segundo, de Pallarés, se echó para atrás a las primeras de cambio por su falta de fuerza. Se corrió turno para lidiarse el quinto, del mismo hierro, que tuvo cuajo dentro de una caja mayor que el de la ganadería hermana. Madrid se olvidó una tarde más de su identidad y no reconoció a Javier Cortés el regreso tras la cornada y el triunfo del 2 de mayo. Cortés lo recibió con ganas. Acudió alegre al caballo pero sin emplearse a fondo bajo el peto. Javier Cortés brindó al público e inició la faena toreando directamente. El toro repitió su comportamiento del caballo: se arrancó alegre y después pasó sin terminar de emplearse. Tuvo transmisión en un principio por ese ímpetu. Dentro de las tandas iba recortando su viaje. La emotividad inicial derivó en sosería por esa falta de entrega. Estocada. Saludos. El tercero fue de Rehuelga. Hecho cuesta arriba, alto de manos. Serio. Javier Jiménez lo paró con disposición. En el caballo empujó en las dos ocasiones que acudió con fijeza y durante largos puyazos de Manuel Cordero que lo cogió arriba. El quite de Iván Vicente fue tan torero -por verónicas- como acompasado. Javier Jiménez empezó a torear directamente. El toro obedeció por el pitón derecho pero salió desentendido cuando Jiménez le exigió. Soseó el toro en su falta de entrega. Jiménez lo intentó por todos los medios sin que la faena cogiese vuelo. Estocada. Silencio. Un pavo fue el cuarto, de Pallarés. Fino, hondo, enseñando las palas con agresividad. Expresión de listo. Fue desconcertante de salida. Después, durante el tercio de varas se arrancó en galope y desde la distancia a Héctor Vicente, que cuajó un importante tercio. Raúl Mateos hizo un esfuerzo con las banderillas, Tito tan seguro como siempre. Ya en el capote de Rafael González apuntó virtudes dentro de su disconformidad. El inicio por bajo de Vicente tuvo doblones preciosos y un pase de la firma extraordinario por su temple, por su largura. Después el acople llegó sólo a veces. Iván Vicente cambió los terrenos y el toro embistió mejor pero algo le faltaban a las series que no terminaron de llegar. Vicente lo sabía, por eso prolongó la faena hasta el aviso. Estocada tras pinchazo. Silencio. El sobrero de José Luis Marca estaba bien hecho: bajo, recto de lomo, con cuello. Abría la cara sin exageraciones. Hizo cosas propias de corraleado en el capote de Javier Cortés. Cambió el ritmo con peligro y topó siempre que pudo. Asumió la lidia con poder Antonio Molina. En la muleta midió, derrotó con violencia y arreó con peligro. Javier Cortés se puso con su verdad tan desnuda como siempre y volvió a caer herido. Ya se había librado de algunos derrotes a la altura de la mandíbula cuando el jabonero de Marca se le vino directo a por él pese a haber tocado a tiempo con la izquierda. Cortés cayó con la cabeza y en el suelo le dio otra voltereta el toro pasándole los pitones por la cara. El angustioso momento se resolvió con el rubio torero madrileño recompuesto. El toro continuó con su agresivo genio. Cortés lo estoqueó como pudo. Hubo palmas cuando se retiraba por su propio pie a la enfermería. El sexto, de Pallarés, estaba atacado de kilos. Pegó algunos regates en el saludo capotero de Javier Jiménez. José Chacón lo lidió después muy bien poniéndolo al caballo. Las primeras veces se arrancó con fuerza, en la tercera vara le costó ir aunque empujó. Lo cogió arriba Agustín Romero. El toro arrolló en lo sucesivo de la lidia de Chacón. Javier Jiménez se encontró con una verdadera papeleta. El toro desarrolló sentido pero no tan evidente. Jiménez lo pasó por ambos pitones. Afortunadamente el toro perdió la agresividad inicial. Jiménez solventó la papeleta pero se atascó con los aceros. Acabando su labor en silencio.

Madrid, jueves 7 de junio de 2018. Feria de San Isidro. Desafío ganadero. Cuatro toros de Pallarés -devuelto el 2º por flojo, corriéndose turno-, dos de Rehuelga (1º y 3º) y uno, jugado como sobrero en 5º lugar, de José Luis Marca. Iván Vicente, ovación con saludos y silencio; Javier Cortés, saludos y palmas tras ser herido; y Javier Jiménez, silencio en ambos. Entrada: Algo más de media. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Antonio Medina, puntillero de Las Ventas.

Javier Cortés sufre un puntazo en la cara interna del tercio medio del muslo izquierdo, contusión en el carpo derecho. Pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Se traslada a la Clínica San Francisco de Asís. Firmado doctor García Leirado.

Festejo para mañana en Madrid, trigésimo segunda de feria: Toros de Adolfo Martín para Manuel Jesús "El Cid", Pepe Moral y Ángel Sánchez que tomará la alternativa.

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