Declaraciones del doctor Villamor tras la operación a Enrique Ponce
El doctor Ángel Villamor ha comparecido ante los medios de comunicación para explicar y evaluar la grave lesión de rodilla de Enrique Ponce como consecuencia de la cogida que sufrió el torero valenciano en la pasada Feria de Fallas de Valencia. El doctor, que intervino este miércoles a Ponce en la clínica Nisa Aravaca de Madrid por espacio de cuatro horas y media, señaló en primera instancia: “Es una lesión muy gorda, de las que calificamos como rodilla catastrófica. Son lesiones propias de accidentes de motociclismo”. En la cogida, en la que también sufrió una lesión en la región glútea, la rodilla no soportó la caída. Tras los estudios de imagen exhaustivos, se concluyó que las lesiones de dicha rodilla suponían, además de la rotura previa del ligamento cruzado anterior, una fractura-hundimiento de la meseta tibial, que es la región articular de la tibia con la rodilla. Dicha fractura, de casi 10 cm de longitud, ocasionaba un escalón articular de casi dos centímetros. Además, presentaba la rotura del menisco externo y el menisco interno, y la rotura completa del ligamento lateral interno. “El hundimiento que hay de la meseta tibial fue lo que hizo que la rodilla fracasase totalmente y le fallase al apoyar”, comentó el Dr. Villamor. La intervención consistió en restituir la forma anatómica original de la meseta articular bajo control artroscópico, -para evitar abrir la articulación-, mediante tornillos, agujas y placa de estabilización. “Se realizó un tratamiento de factores de crecimiento para estimular la reparación de los tejidos. Los meniscos pudieron suturarse, necesitando extirpar un fragmento del menisco externo que era irreparable. Posteriormente se confeccionó un nuevo ligamento cruzado anterior con injerto de banco de tejidos enriquecido con células madre del paciente”, detalló. Finalmente, Ángel Villamor señaló que se procedió a reconstruir el ligamento lateral interno “reanclándolo de su arrancamiento tibial mediante arpones intraóseos de material reabsorbible que permiten suturarlo para que cicatrice en su punto original de inserción”. “Con una rodilla así y por la experiencia que tenemos, este tipo de lesiones necesitan de cinco a seis meses, antes de ese tiempo el ligamento cruzado anterior no está maduro”, comentó y añadió: “Enrique está impecable biológicamente hablando, ha hecho un esfuerzo heroico toreando doce corridas -el final de la temporada americana además de Olivenza y Valencia- desde la anterior lesión, pero ha corrido mucho riesgo. La lesión ha llegado por su afán de cumplir con todos los compromisos. Cuando falla el ligamento, la pierna se queda atrás, ese era mi miedo cuando él quiso seguir toreando con la otra lesión”. Ángel Villamor explicó también los riesgos que existen. “El principal es que la rodilla no pueda soportar una nueva caída o un empujón. Ese sería el riesgo. Sabemos que no está en las condiciones óptimas para sufrir otras lesiones”. A la pregunta de si podría ser una irresponsabilidad reaparecer antes de los plazos marcados, el doctor Villamor, respondió: “El torero puede tener constantes imprevistos porque no controla los movimientos del toro. Con su anterior lesión hicimos mucho trabajo de fisioterapia y él se sintió bien, pero no te puedes poner a prueba con imprevistos”. Tras la operación, el proceso de rehabilitación comenzará este mismo viernes. “Empezaremos a hacer movilidad y activación de la rodilla, además, la placa le permite hacer un apoyo parcial. Mañana -por este viernes- hará ejercicios de apoyo y en mes y medio podría dejar las muletas y empezar a trabajar en el gimnasio y la piscina. A partir de ahí, comenzaría la rehabilitación intensiva”.
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