Nuevas noticias del estado de salud del torero Javier Cortés
El torero madrileño Javier Cortés vivió la noche más larga de su vida mientras los médicos trataban de reconstruir el globo ocular que había estallado en la plaza. Tres horas de operación 'satisfactoria' y el hilo de esperanza al que agarrarse al saber que el nervio óptico está inflamado pero puede no estar dañado. La gran inflamación del maxilar superior no permite conocer más detalles de la parte posterior del ojo derecho del torero madrileño. Cuando el pitón del toro del Marqués de Albaserrada impactó en el ojo derecho de Javier Cortés, el globo ocular perdió parte de su consistencia líquida. En la operación se trató de recomponer los daños producidos por la fuerte contusión. En los próximos días se conocerán las consecuencias de la pérdida de líquido intraocular -o humor acuoso- que condiciona la visión. Este lunes ha sido trasladado a planta en el Hospital Gregorio Marañón. Permanecerá en observación, ya que al ser una zona tan delicada hay un alto riesgo de infección. Su apoderado y hombre de confianza desde hace más de cuatro años, Manolo Campuzano, atiende consternado: «Nos han pedido cautela, no sabemos el alcance real de la lesión. Sólo sabemos que ha salvado el ojo, que la operación fue un éxito pero aún no podemos saber si podrá volver a ver o no». Los doctores Carlos Cólliga y Pilar Rojas fueron los encargados de reconstruir el globo ocular. Los familiares del torero les avisaron de una lesión anterior, un desprendimiento de retina hace cinco años que mermó su visión en un 60%. Desde entonces lleva una lentilla fija que le ayuda a ver mejor. Una situación que agrava, si cabe, la lesión actual. Fue entonces una becerra en un tentadero la que le provocó un calvario. Javier Cortés pasó la jornada del lunes acompañado por su familia, cuadrilla y algunos amigos. Cargado de calmantes y antiinflamatorios, mostró una actitud animada pese a las circunstancias, según explica su apoderado: "Javier está animado, sabe lo que tiene, es consciente de ello". Todo ha ocurrido en un momento difícil para su vida: su padre padeció un ictus hace unos meses con duras consecuencias. Desde entonces, su madre se desvive por cuidarle. También sufrió una cornada el año pasado en Las Ventas de veinte centímetros que afectó al nervio ciático y de la que le ha costado mucho recuperarse. Un gran número de aficionados se han volcado con sus muestras de apoyo al torero madrileño en las redes sociales con el hasthag #FuerzaJavierCortés.
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