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El coronavirus acaba con la vida del torero portugués Mario Coelho Luis a los 81 años de edad

A los 81 años de edad ha muerto por el coronavirus, Mario Coelho Lhuis, matador de toros y banderillero de tronío que llevó el nombre de su país de origen, Portugal, por todo el mundo. El torero, ya octogenario, ha faltado en el Hospital de Vila Franca de Xira -su ciudad natal-, donde ingresó afectado del coronavirus. Vivió el ambiente taurino desde su niñez y pronto mostró su intención de ser torero. Compaginó sus primeras andanzas taurinas con el necesario trabajo para ayudar en la economía familiar. Viajó a España para formarse como torero, bregando en numerosas capeas y encierros y militando poco después en las filas de toreros lusos que venían a torear a nuestro país. Pronto sus dotes toreras le granjearon cierta fama y entró en las cuadrillas de espadas como Paco Corpas, Andrés Vázquez, El Viti, Luis Miguel Dominguín… Logró hitos a lo largo de su carrera en las filas de plata como salir a hombros en plazas como Jerez, Málaga, Zamora, Pamplona… llegando a sonar la música en su honor en la misma plaza de Madrid. Igualmente, ya como matador de toros -tomó la alternativa en Badajoz, en 1967, tras nueve años como subalterno-, el coso venteño fue testigo de cómo su afición le obligó a dar una vuelta al ruedo tras banderillear el día de su confirmación de alternativa. Pero, más allá de su brillante manejo de los palos, Coelho destacó también sobremanera con el capote de brega en sus manos. Anduvo veintitrés años como matador de alternativa, pero no logró llegar igual de lejos que como torero de plata. A pesar de ello, compartió cartel con toreros como Ojeda, Paquirri, Camino, Manzanares, Capea… y otras figuras de la época. Precisamente alternando con Ojeda y Capea en Moita (Portugal) llegó a matar un toro saltándose la prohibición de dar muerte a los animales que rige en el país luso. Aquello generó tanta polémica como promoción a su nombre. También toreó bastante en América -llegó a confirmar su doctorado en la Plaza México- y, una vez retirado, contribuyó a lanzar las carreras de Pedrito de Portugal y de su propio hijo, anunciado también en los carteles como Mario Coelho, fruto de su matrimonio con Verónica, hija del primer matador portugués Diamantino Vizeu. El matador, que también estuvo casado con María Helena Guerra, fue honrado en octubre del año pasado con una estatua en su tierra natal. El libro "Um homem inteiro" repasa la trayectoria de esta figura del toreo luso, cuya muerte sentimos profundamente donde este blog de pcctoros aprovechamos estas líneas para enviar nuestras más sentidas condolencias a todos sus familiares y amigos. D.E.P.

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