Oreja por coleta en la corrida de toros vespertina en Montoro (Córdoba)

Los toreros Joaquín Galdós y Luis David han sido los protagonistas de la sesión vespertina celebrada esta tarde en Montoro (Córdoba). Los diestros han lidiado cuatro toros de Alcurrucén dos buenos los dos primeros y deslucidos los dos restantes. El que abrió corrida, fue un Alcurrucén  notable en el último tercio. Por su codicia y transmisión por el pitón derecho y por la calidad de las embestidas que regaló por el izquierdo. Joaquín Galdós lo toreó bien a la verónica de salida y también en una faena que contó con la ligazón y la pulcritud del toreo en redondo y con el reposo y el temple al natural. El peruano culminó su actuación de una buena estocada que le valió para cortar la primera oreja de la tarde. Al cinqueño tercero se le dejó crudo en el caballo, complicando la labor de los banderilleros en el segundo tercio. Con la cara alta, el de Alcurrucén tuvo medias embestidas, sin entrega, sin humillar. Obediencia sin más. Joaquín Galdós anduvo dispuesto, resolviendo la papeleta con facilidad y oficio. Luis David sorteó por delante un toro deslucido por su descastada condición. El mexicano porfió en una labor más voluntariosa que lucida. No se aburrió el torero, que le buscó las vueltas a un animal que salía desentendido de los muletazos y que careció de entrega alguna. Mató en la suerte de recibir, cobrando una estocada entera y delantera. Fue premiado con una oreja. Cerró la tarde otro toro cinqueño, serio, cuajado. Fue un animal muy deslucido por su nula fijeza y casta. Llevó la cara más allá de las nubes desde que salió de chiqueros hasta que dobló. Tuvo mérito que Luis David intentara incluso plantear un esbozo de faena. Imposible. De puntillas incluso se tuvo que poner Luis David para intentar verle la muerte, encontrándola al segundo intento.

Montoro (Córdoba), domingo 25 de octubre de 2020. Toros de Alcurrucén. Joaquín Galdós, oreja con petición de la segunda y ovación con saludos tras aviso; Luis David, oreja y silencio tras aviso. Entrada: tres cuartos de plaza del aforo permitido. Antes de romperse el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del Covid-19 y a continuación sonó el himno de España.