Cambios de rumbo en una ganadería salmantina
Los hierros salmantinos de Garcigrande y Domingo Hernández iniciarán a partir de ahora caminos separados tras la división del patrimonio familiar entre los hijos de Domingo Hernández, Justo y Conchita. El hierro de Garcigrande y la finca del mismo nombre han correspondido a Justo, mientras que Traguntía y el hierro de Domingo Hernández le ha tocado a Conchita tras un reparto que se ha producido con la máxima cordialidad entre los dos hermanos. Se han repartido las cabezas de ganado, vacas y toros, en ambos casos independientemente del hierro; también caballos, vehículos y todos los elementos propios de la explotación, que se ha dividido en dos partes lo más igualadas posible que posteriormente se sortearon. Ambos hierros estuvieron durante las últimas décadas bajo la dirección de Justo que, primero con el consejo directo de su padre y posteriormente, a la muerte de este, de forma totalmente personal logró situar y mantener ambas divisas en lo más alto de la consideración tanto de toreros como de aficionados, con triunfos memorables en las principales ferias. Ahora Garcigrande seguirá bajo los mismos criterios de la mano de Justo; tampoco cabe esperar muchos cambios en lo de Domingo, que tendrá la dirección de Conchita y sus hijos, los toreros Marcos, matador de alternativa, y Domingo, que está en los escalafones inferiores.
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