El Pino se gana su contratación para la feria taurina 2023 en San Cristóbal (Venezuela)
Ayer la afición venezolana vivió una corrida de toros donde el toro que cerró plaza, que lidió El Pino, trajo la polémica al festejo. Saldría de toriles con la alegría y hechuras propias de los toros que embisten, limitados de fuerzas pero con una nobleza casi rayando en la mansedumbre. Ya en la muleta, la alegría y recorrido del animal supo ser visto y entendido por un torero que venía de un largo parón. Las manoletinas, los molinetes, los aliviados por alto, calaron en los ánimos de los presentes hasta desatarse la pañolada pidiendo un indulto que no procedía. Pero el torero seguía y seguía en su insistencia, sabedor de que el que persevera vence, además de conocerse que la espada nunca ha sido su fuerte. Al final fue tanta la insistencia, que al debutante palco presidencial le pesó el compromiso de ver la plaza bajo asedio del premio al toro. Al final, no quedó otra que asomar el pañuelo naranja con cierto desconcierto, y con ello el generoso indulto al toro y las dos orejas simbólicas al torero, quien de esta manera se llevaba a su esportón tres orejas. Embarullado resultó el recibo capotero de Vanegas ante el segundo, el cual incluso le obligó a tomar el olivo tras apretarle en tablas. Tomaría el propio Vanegas las banderillas clavando desigual en colocación y ejecución. Ya con la con la muleta se doblaría de inicio por ambos pitones, para luego por la diestra en las primeras dos series gustarse el torero de Seboruco. Con la espada lo que posiblemente era de premio se esfumó, tras el espadazo contrario y los tres descabellos que hubo de necesitar para despacharle. Con la espada no le vio nunca claro Alexander Guillén, lo que derivaría en un sainete hasta escuchar los tres avisos en una lidia que duraría una eternidad.
San Cristóbal (Venezuela). Jueves 27 de enero de 2022. I corrida de la LVII Feria de San Sebastián. Dos toros de Campolargo (1º y 3º) y Rancho Alegre (2º y 4º), en su conjunto correctos de presentación, nobles en distinto grados, a menos en la muleta, destacando del envío los corridos en 1º y 4º. Indultado el 4º, de nombre Lusitano, n° 228, del guarismo 7, de 435 kilos de peso y de capa castaño claro. Marcos Peña “El Pino” (nazareno y oro con cabos blancos), oreja y dos orejas simbólicas tras indulto; César Vanegas (luto y oro con cabos blancos), palmas; Alexander Guillén (blanco y plata), silencio tras tres avisos. Entrada: Menos de un cuarto de plaza.
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