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Arturo Gilio pide paso con su triunfo en la Plaza México

Arturo Gilio es un coleta mexicano que pide paso y ayer en la Plaza México recordó a su padre con una faena de mucho carácter, personalidad y valor. Y así fue. Y a ese sexto novillo de la noche, de nombre "Arquitecto", criado por el matador retirado y ahora ganadero Mario del Olmo, y su entusiasta socio Enrique Nuñez, le permitió a lagunero explayarse a placer, prácticamente desde que se abrió de capote. En el saludo intercaló unas inesperadas y riesgosas gaoneras, y salvo porque este torero del nuevo milenio no coloca banderillas, como sí lo hacía su padre con alegría y soltura, tanto el quite por chicuelinas como el trepidante inicio de faena, pusieron a la plaza de cabeza, pues ejecutó un muletazo cambiado de rodillas y hasta se dio el lujo de dar una arrucina en la misma postura. A partir de entonces, el trasteo fue siempre a más, lo mismo que la noble condición del novillo de Núñez del Olmo, que lo dejó exteriorizar sus sentimientos en una faena bien estructurada y con series de muletazos de magnífico acabado por ambos pitones. Las dosantinas finales, rematadas con largos y sentidos pases de pecho, amén de otros adornos, ya con la petición de indulto encima, fueron el mejor colofón a una obra con sello de auténtico novillero. Y aunque Arturo tardó un poco en decidirse a entrar a matar, especulando si el juez indultaba al novillo, terminó volcándose detrás de la espada sobre el morrillo de "Arquitecto", para hacerlo doblar con prontitud. La fuerte de petición de rabo no se hizo esperar por parte del público, pero, inexplicablemente, el juez no lo concedió no obstante que había todos los elementos necesarios para que así hubiese sucedido. Ya con el primero de su lote, que también permitió el lucimiento, aunque sin rayar al nivel del sexto, Arturo Gilio se había mostrado un tanto nervioso con el capote, pero más tarde se fue asentando y alcanzó a bosquejar detalles de una sólida tauromaquia, que minutos después se iba a destapar con fuerza en el sexto de la noche. Con este triunfo, Arturo Gilio se coloca, de golpe, como uno de los novilleros más importantes del momento, y con una gran proyección de cara a esta temporada 2022 en la que deberá consolidarse en cosos de Europa. A diferencia del lagunero, que sorteó el mejor lote de la noche, Alejandro Adame pechó con el menos potable en su conjunto, y el hermano menor de José y Luis David, busco hacer las cosas muy bien, con su característica elegancia y buen concepto del toreo, pero sin terminar de romper como hubiese sido su deseo. En ambos casos, se mostró solvente y decidido, y resolvió la papeleta, pero sin haber trascendido como se esperaba para seguir escalando peldaños en en una etapa en la que ciertamente, hay pocas oportunidades para los novilleros. El tapatío Julián Garibay volvió a demostrar carisma y buena conexión con el tendido, y sólo en algunos momentos logró torear como quería a un primer novillo que presentó buenas condiciones. Pero no alcanzó a redondear como hubiese deseado. El quinto fue muy complicado, y uno de los más serios y bien presentados de un encierro que cumplió decorosamente en varas y tuvo distintos matices en su comportamiento. Aunque lo intentó de varias maneras, Garibay terminó por abreviar ante las dificultades de un ejemplar que ya le había puesto en apuros desde el capote, al haberle arrollado con violencia, afortunadamente sin consecuencias. Hoy no pudo ser. Esta segunda novillada de la Feria de Aniversario resultó triunfal y será recordada por el debut de Arturo Gilio, un torero con hambre de ser alguien en la Fiesta y al que no hay que perder de vista.

Ciudad de México.- Plaza México. Segunda novillada de la Feria de Aniversario. Unas 3 mil personas en noche fría. Novillos de Núñez del Olmo, bien presentados, cumplidores en varas, de los que destacaron 3o. y 6o. por su calidad, el primero premiado con arrastre lento. Pesos: 452, 449, 440, 449, 445 y 461 kilos. Alejandro Adame (azul noche y  plata): Silencio en su lote. Julián Garibay (sangre de toro y oro): Palmas tras aviso y silencio tras aviso. Arturo Gilio (azul celeste): Vuelta tras petición y dos orejas con fuerte petición de rabo. Incidencias: Sobresalieron en banderillas Diego Martínez en el 2o. y Rafael Romero en el 5o., y fueron ovacionados. Antes de concluir el paseíllo se rindió un minuto de aplausos a la memoria del empresario y ganadero don Alberto Bailleres, fallecido recientemente. Gilio invitó a dar la vuelta al ruedo a los ganaderos Enrique Nuñez y Mario del Olmo, al término de la lidia del 6o.

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