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David Esteve cogido en un tentadero en la ganadería de El Retamar

El torero de plata valenciano David Esteve sufrió el pasado domingo 27 de febrero, un aparatoso percance cuando tentaba en la ganadería madrileña de El Retamar. El matador de alternativa y ahora banderillero, que acompañaba al castellonense Paco Ramos, sufre una cornada envainada de unos 30 centímetros, a nivel subcutáneo en el muslo izquierdo que, debido a la extensión, resultó muy escandalosa: ‘Nos alarmamos bastante, porque tenía el muslo abierto como un libro, todo el tejido de la piel estaba colgando de la pierna’. ‘Por fortuna, el animal estaba afeitado al ser un tentadero, porque si no el destrozo hubiera sido bastante grave, nos asustamos por lo escandaloso que fue, íbamos a lidiar un toro a puerta cerrada y, tras parar Paco al animal, se me frenó en seco en el primer capotazo al hacerme cargo y se me vino directo, fue certero y abrió la pierna de arriba a abajo, al estar tocado, la cornada no fue profunda, pero sí, por así decirlo, tiró como un pellizco que desgarró la capa cutánea’, lamenta.  ‘Tengo que agradecer mucho a Sara (Plazas), la hija del ganadero, que rápidamente me montó en su coche y me trasladó al Hospital de La Paz con el mozo de espadas, tuvimos que esperar unas cuantas horas en urgencias hasta que sobre las once de la noche me operaron y esta mañana ya me subieron a planta’, explica el valenciano que podría recibir el alta a lo largo de este martes. ‘No tengo fiebre ni ha habido infección, por la tarde, me han dicho que comenzara a caminar por la habitación, así que supongo que si mañana o como mucho pasado todo va bien, me mandarán para casa’, pronostica pensando ya en una fecha: el miércoles 16 de marzo. Ese día Esteve debería hacer el paseíllo a las órdenes del Niño de las Monjas, novillero al que acompaña. ‘Ahora ya empiezan las apreturas y las prisas’, dice animado y sonriendo, consciente de un camino a la rehabilitación que conoce de anteriores percances. ‘No voy correr riesgos innecesarios, ni volver sin estar en plenas condiciones porque perjudicaría a mi jefe de filas, pero no niego que me gustaría estar en las Fallas, Valencia es mi tierra y llevo nueve años sin poder hacer el paseíllo allí, es más, iba a ser mi primera tarde como banderillero en Valencia, así que lógicamente, me dolería bastante no poder estar’, concluye a la espera de la evolución de la cornada.

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