Blogia
pcctoros

Ovacionados Alberto López Simón y Álvaro Lorenzo en Zaragoza

Ovacionados Alberto López Simón y Álvaro Lorenzo en Zaragoza

La ganadería salmantina de El Vellosino, no pudo lidiar esta tarde su encierro en Zaragoza ya que se rechazó por completo el encierro. En su lugar, entró una de El Risco. Los espadas que hicieron el paseíllo fueron Alberto López Simón, Álvaro Lorenzo y Alejandro Marcos. El primer toro era hondo y lleno con aspecto de pasado de romana. Muy serio de cara, amplio de cuna, con un gran perfil y mucha badana, corto de manos y bajo, que fue noble y sin raza quizá porque no pudiera mover el cuerpachón que tenía. Se dejó lancear con nobleza pero con poco brío en el capote. Derribó en el primer encuentro porque cogió al caballo por la parte de atrás y recibió un puyazo en el que guardaba puerta, protestado un poco. Tuvo poca movilidad en banderillas y en la muleta le costó mucho romper hacia adelante. Faena muy asentada intentando tirar del toro y siempre ligarlo de Lopez Simón con mucha actitud y firmeza, pero que no pudo llegar al tendido por la condición del toro. Estocada caída. Ovación. Bien presentado y serio el cuarto, estrecho sienes, de buen tipo, sin fuerza ni raza. De salida apretó mucho en el capote por dentro y tuvo que sacarlo hacia afuera sobre las piernas López Simón. En varas protestó en el primer puyazo y no se dejó pegar en el segundo. Poco a poco fue cantando que no se iba a mover. Echó el cierre en una mezcla de eminente falta de raza y fuerza. Toro muy vacío, sólo fachada y presencia. No le pudo pegar ni un pase por ningún pitón. Es más, por el izquierdo se le ha venido por dentro con un derrote feo y seco. Pinchazo, estocada y silencio para el torero. El primero del toledano Álvaro Lorenzo, fue un toro con menos peso, fino y algo cuesta arriba, serio, enseñando las palas, en el tipo de Aldeanueva. Pareció blandear en el saludo capotero y renqueaba de los cuartos traseros. Lo cuidaron en varas, y tuvo cierta movilidad en banderillas. En la muleta fue muy, muy, a menos siempre sin humillar y con cierta nobleza al principio en las dos primeras tandas y a partir de ahí empezó a defenderse con un viaje más corto hasta ser un toro con poca vida, falto de raza absolutamente. Pinchazo hondo suficiente, pitos al toro en el arrastre y silencio para Álvaro Lorenzo. El quinto fue un toro de 622 kilos, con mucha romana, hondo, grande y serio, no destartalado, amplio de cara, noble y falto de absoluta raza. De salida como sus hermanos, sin dejarse torear con el capote. Lo cuidaron en el caballo y en banderillas, donde puso dos pares muy buenos Curro Javier, que se desmonteró. El toro, mortecino y sin vida y con el viaje muy cansino, le costaba mucho tirar para adelante. Álvaro Lorenzo estuvo muy firme tratándolo siempre con mucho mimo, enganchándolo por ambos pitones en una faena en la que estuvo mucho más que digno. Lo toreó muy despacio, aguantando ese pasar casi andando en viaje corto, con mucho mérito. Pinchazo, y estocada. El tercero de la tarde, fue un toro negro, cinqueño, con peso que resultó un inválido. Antes de devolverlo, el banderillero Martín Blanco cuando lo sacó del peto perdió pie y lo cogió en el suelo. Llegó a levantarlo entre los pitones y afortunadamente se libró de una cornada seria. Salió un sobrero de El Pilar, montado, largo y serio, que se metió por dentro y sobre las manos del capote de Alejandro Marcos. No se dejó torear de salida y cumplió en varas. Fue un toro incierto porque en la muleta no pasaba y venía como dormido pero tenía todo el poder dentro, y todo guardado. Si el torero lo atacaba se ponía violento y a su aire, y pegaba dos pasitos nada más. Marcos hizo un esfuerzo muy grande porque el toro cuando venía nunca venía metido en los vuelos de la muleta y nunca pasaba, venía como caminando con la cara por arriba. Luego el torero se atascó con la espada. Silencio tras aviso y silencio para el toro también. De 596 kgs. el último toro, alto, largo , muy serio bizco del pitón izquierdo y astifino, que fue más de lo mismo: no se dejó torear con el capote apretando para adentro, y además salió con muchos pies. Recibió el puyazo más fuerte de la corrida, tapándole la salida y se repuchó en el segundo. Se dejó ganar la cara bien en banderillas. En la muleta fue un toro sin raza y sin tirar para adelante, parado con esas hechuras, al tener la cara por arriba, cuando Marcos quiso ponerse cerca y tratar de pegar un ayudado se le quedó debajo de la axila. No descolgó nunca. Silencio.

Zaragoza. Octava de la Feria de El Pilar. Jueves 13 de octubre del 2022. Toros de El Risco, el tercero bis, un sobrero de El Pilar. Alberto López Simón, ovación y silencio, Álvaro Lorenzo, silencio y ovación, Alejandro Marcos, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Casi media entrada.

Festejo para mañana en Zaragoza, novena de feria: Toros de Juan Pedro Domecq para Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Alejandro Talavante.

0 comentarios