Consideran sectario el cierre de la plaza de toros de Gijón

El Ayuntamiento de Gijón (Asturias) sigue recibiendo críticas de los partidos políticos de la oposición, manifestándose al darse aconocer el segundo informe encargado por el ayuntamiento de Gijón sobre el estado del coso de El Bibio. El mismo, tal y como informó diferentes medios taurinos aconsejaba acometer obras en el inmueble pero aseguraba que el mismo no comprometía la seguridad de los espectadores, algo a lo que se había agarrado Ana González, la alcaldesa de la ciudad asturiana, para que el centenario coso permaneciera cerrado en 2022. La totalidad de partidos que conforman el consistorio han criticado la medida adoptada por la alcaldesa, pues el informe, aseguran, demuestra que la clausura del recinto «fue una decisión sectaria». Así lo recoge el diario El Comercio en su edición de este sábado, donde se publican declaraciones de los representantes de los partidos de la oposición: Así, Rubén Pérez Carcedo, de Ciudadanos, explica que «Se han evidenciado las formas caprichosas del gobierno. urge recuperar su actividad y minimizar la pérdida de aforo». En la misma línea se manifiesta Eladio de la Concha, de Vox: «El cierre no tenía ninguna base técnica. El informe anterior se hizo ex profeso para justificar una decisión autoritaria», sentenció. También Jesús Martínez Salvador, de Foro Asturias argumentó que «Se comprueba que a la plaza no le pasa nada y que todo fue una burda maniobra que perjudica a todos los gijoneses». Finalmente, Ángela Pumariega y Alberto López – Asenjo coincidieron igualmente en sus apreciaciones. Pumariega, del PP, subrayó que «El informe deja retratado al gobierno por anteponer sus prejuicios a los interereses de Gijón con una prohibición encubierta». López -Asenjo, concejar no adscrito recalcó: «Han mentido de una forma grosera a los gijonenes porque en El Bibio no hay ningún riesgo para la seguridad». Incluso Laura Tuero, portavoz de Unidas Podemos se posicionó a favor del mantenimiento del edificio eso sí, «para que pueda ser utilizado como escenario de cultura y ocio alternativo, libre de torturas». Pidió «no dejar escapar los fondos Feder» y «asegurar el mantenimiento necesario para que el edificio no se deteriore».