Vuelve a torear Manuel Escribano cuatro meses después de su gravísima cogida de Alicante
El torero sevillano Manuel Escribano ha vuelto a torear. El sevillano, herido de máxima gravedad el pasado mes de junio en Alicante, ha comenzado a hacer tentaderos y las sensaciones experimentadas le hacen ser optimista. El torero de Gerena lleva lidiadas siete u ocho vacas en las ganaderías de Espartaco, Dámaso González, Robert Margé y Fuente Ymbro, divisa esta última en la que junto a Finito y Curro Díaz volvió a gozar del toreo hace sólo unos días. "He adelantado muchísimo", avanza Escribano en cuanto a su recuperación. "Esta semana he estado en Madrid tratándome, haciendo mucho trabajo físico, y ya no he notado tanta presión en el retorno venoso como sentía antes, que era algo que me dejaba prácticamente inútil. Lo que es más lento es la movilidad del pie. Estamos trabajando mucho en ese sentido. Avanzo, pero lleva su proceso natural, que es un poco lento, porque este tipo de recuperaciones son así". Sin embargo, Escribano no esconde estar "muy contento" porque "por fin puedo hacer ejercicio, puedo exigirle a la pierna, puedo ir apretándole y he podido torear, sentirme delante de alguna vaca y, si no me da mucha guerra, incluso pasarlo bien. Eso es lo que más feliz me ha hecho". El sevillano se siente agradecido con los ganaderos que le han brindado su apoyo: "Todos me han echado becerritas bonitas y buenas y era difícil no encontrarse a gusto...", admite entre risas, pero recupera el tono de seriedad al confesar que "cuando alguna me ha repetido más de la cuenta o se me ha quedado debajo, todavía me canso y se me cansa la pierna". ¿Cuáles son los siguientes pasos que cabe esperar hacia la plena recuperación?, preguntamos al torero: "En este tipo de lesiones la incertidumbre está a la orden del día. No hay pronóstico que puedas adelantar. Todo surge sobre la marcha, tanto los avances como los retrocesos, y todo es poco a poco, según vaya sintiéndome y aceptando las cosas. ¿Cuánto queda? Pues no lo sé. Podrían hacer falta algunas semanas o varios meses. Ahora toca seguir trabajando, darle duro con el fisio, entregarme a tope con los ejercicios y aplicar la doble receta de tiempo y paciencia". Escribano está contento por la mejoría experimentada, pero prefiere ser cauto y no lanzar las campanas al vuelo: "El día a día marcará cuándo me encuentro bien para el toro. Primero debo encontrarme a gusto con mi cuerpo y con mi estado físico -en esas estoy- y cuando me recupere físicamente, deberé hacerlo para el toro. No me enfrento a ninguno desde la cornada de Alicante, y todos sabemos que no es lo mismo la becerra que el toro. Aún pasará algún tiempo, el proceso va a seguir siendo largo, pero empiezo a verle salida a todo esto".
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