Mejora Rubén Pinar tras su cornada muy grave en Las Ventas de Madrid
Desde el pasado viernes 12 de octubre, sigue ingresado el torero manchego Rubén Pinar en el Hospital San Francisco de Asís de Madrid, donde se recupera de la cornada muy grave que sufrió. El torero se muestra tranquilo y asegura sentirse “mucho mejor y muy contento de que vayan las cosas bien”. La primera noche, cuenta, “fue bastante desagradable por la pérdida de sangre, pero gracias a Dios, aunque a veces tengo un poco de fiebre, me voy encontrando cada día mejor. Y, sobre todo, encuentro que la inflamación de la pierna va bajando, una de las cosas más difíciles”. Aunque los médicos no le han dado indicaciones sobre los plazos de recuperación, él considera que en veinte o veinticinco días volverá a los entrenamientos, “según cómo vea las sensaciones de la pierna”.Aunque para él fue tan solo un instante, el momento de la cornada lo recuerda a la perfección: “Me quedé en el cuello del toro, di la vuelta y me quedé a merced de él. Ahí ya no pude hacer nada. Fue la mala suerte la que me tuvo en el pitón, poco tiempo, pero el suficiente para el destrozo que se produjo. El pitón penetró hacia arriba, y de no topar con el isquion habría sido mucho más grave”, relata antes de añadir: “Fueron unos segundos nada agradables y además la cornada la sentí. Todo fue muy rápido como siempre pero sentí cómo me entraba entraba el pitón, cómo me abría la piel y la trayectoria”.Sin embargo, y a pesar de lo aparatoso del percance, no dudó ni un segundo en ponerse de pie y encararse de nuevo al de Partido de Resina. “Es el amor propio y la vergüenza torera lo que te tira a ello. Me veía con fuerza, pero no pensé que tenía tal cornada. Llegué a la plaza más importante del mundo con ilusión y ganas, y las oportunidades hay que aprovecharlas. Creo que dejé claro, y me demostré también a mí mismo, que puedo conseguirlo”, destacó. Esta es una valiente decisión que, sin embargo, por frecuentarla tanto últimamente los toreros, podría ir valorándose cada vez menos: “Yo creo que los que verdaderamente son taurinos valoran igualmente esas cosas. Respetan a los que se juegan la vida. Es algo digno de admirar, pero tampoco me afectan los que no piensan así. Yo creo que la sensación que he dejado ha sido buena. Hay mucha gente que cree en mí”, responde con firmeza. Con el final de la temporada ya en el ruedo, Pinar hace un repaso a su andadura a lo largo de este 2018: “Esta temporada ha ido de menos a más. He toreado en San Isidro y Pamplona y, aunque sin haber triunfo, la gente ha visto que doy la cara y que no me dejo nada dentro. En Albacete ya vino el triunfo que tanto quería y que tanto necesitaba”, asegura, y concluye: “El broche de Madrid, siendo algo desagradable, lo considero a nivel personal como un triunfo. Ahora estoy en un momento moralmente importante”.
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