Preocupación por las lesiones de David de Miranda
El torero onubense David de Miranda sigue ingresado en la clínica Asepeyo de Coslada, donde le han confirmado el diagnóstico que avanzaron los médicos en el hospital Santa Bárbara de Soria: fractura de vértebras S1, L5 y D12. De Miranda, lesionado este sábado en Almazán, permanece pendiente del diagnóstico más exhaustivo que le den los galenos sobre su lesión en la D12. “Con la S1 y la L5 los médicos no están del todo preocupados, pero con la D12 sí pueden surgir complicaciones: esa vértebra, ubicada donde nace la espalda, es clave en la rotación de la cintura. Tiene mucha carga ligamentosa y los médicos están estudiando ahora si hay o no lesión de ligamentos. Las otras fracturas con paciencia y tranquilidad se curan, pero esta de la D12, si hubiese afectación ligamentosa, que esperemos que no, podría incluso obligarnos a cortar la temporada”, afirma el apoderado del torero, Jorge Buendía. “El diagnóstico de la dorsal puede ser definitivo para que, en vez de parar solo unas semanas, deba parar varios meses, pero sea cual sea ese diagnóstico, David va a volver a salir adelante”, subraya. El torero de Trigueros ha vuelto a confiar su recuperación en el centro especializado de Coslada: “Allí fue donde se rehabilitó tras el percance de Toro. Se curó tras muchos meses ingresado y como le fue tan bien y se sintió atendido por los mejores especialistas, quiso ir allí directamente conforme salió del hospital de Santa Bárbara de Soria”, relata Buendía, quien se apresura en aclarar que la lesión de Toro “no tiene nada que ver con esta de Almazán. Para David esto de ahora es un 'bizcochito'. Tras pasar siete meses en cama, con fractura de dos vértebras cervicales -C1 y C2- y de tres dorsales, esto de ahora le resulta más llevadero. Él se encuentra bien y animado y su pretensión es perder el menor número de festejos posible”. El percance de Almazán se produjo cuando el toro que le volteó no había sido aún picado: “Tuvo mala suerte. ¿Cómo es posible afectar tres vértebras de un solo pitonazo? El toro no había pasado aún por los caballos y tenía toda su fuerza, pero hay que ver lo certero que fue”, expone Buendía, que relata cómo su torero supo sobreponerse al dolor: “Se puso amarillo, era incapaz de apoyar las piernas en el suelo, tuvo que estar tumbado unos cuantos minutos, pero a pesar de tener el sacro roto salió y mató el toro. De todos modos, él sabía que no estaba bien, por eso dijo de ir pronto a Coslada. Sabía que tenía una avería gorda”.
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