Recuerdos de mi experiencia de comentarista taurino en el 2006

Corría el primer domingo del mes de marzo del 2006, concretamente el 5, donde me encontraba en la plaza de toros de Benalmádena en el bar dentro, reunido con los banderilleros para charlar de lo que daría de sí la mixta que se daba aquella tarde de marzo. Cuando llegaba el maestro Salvador Farelo, y me dijo, hoy mi hija Ana Belén no viene si te apetece, comentamos la corrida de hoy. Y así fue, en el patio de caballos de la plaza de toros me encontraba con los protagonistas de aquel festejo como eran el rejoneador José Antonio Mancebo, los novilleros con picadores Francisco Carrasco "Rondeño" y el malogrado Roberto Gallardo y el becerrista Saúl Jiménez Fortes. Era la segunda actuación tras su debut en público de Saúl en enero del mismo año, y curiosamente debutaba en público en su 16 cumpleaños. Y desde aquel domingo hasta octubre, hice los comentarios en los festejos de Benalmádena acompañado por el maestro Salvador Farelo, su hija Ana Belén y en algunas ocasiones nos acompañaba el maestro Paco Aguilar. Lo que recuerdo de una de las retransmisiones, el 17 de septiembre, vivimos en directo, la cara y la cruz de la fiesta, concretamente vi la primera grave cogida que sufría en su trayectoria taurina por un novillo de Los Millares. Pero vivimos una temporada taurina con Saúl realmente apasionante en 17 novilladas sin picadores y dejando triunfos espectaculares, en una de las novilladas, concretamente el 15 de octubre, toreaba un mano a mano con su gran amigo Ismael Cuevas. Aún recuerdo aquellas novilladas que toreaba Saúl en su primer año como torero, fueron muchas de ellas mixtas algunas toreando con Roberto Gallardo, que entrenaba con el, según contaba en una de sus entrevistas. Luego recién finalizada la temporada taurina, hicimos Ana Belén, su padre y yo un especial sobre la temporada taurina vivida en Benalmádena donde analizamos festejo a festejo la temporada de Saúl Jiménez Fortes. Analizábamos cada festejo de Saúl bajo nuestro punto de vista, fueron domingos de triunfos, fracasos y en algunos con volteretas, una cornada en el muslo derecho, un corte por el arpón de una banderilla en una mano, el día de su reaparición el 1 de octubre. Muchos recuerdos de esa plaza de toros, tristemente abandonada y sin arreglarla. Cada domingo que pasa, siento una nostalgía ver mi plaza de toros abandonada y sucia, los domingos se me hacen eternos, cuando veía grandes toreros, ganaderías punteras y grandes faenas que han quedado en la memoria. Ayer me acordé de mi tío Manolo en el 12º aniversario de su muerte, y cada domingo que iba con el, fueron muchas tardes que viví contigo.