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Diego Urdiales rotundo triunfo en el cierre de la feria de Colmenar Viejo (Madrid)

Diego Urdiales rotundo triunfo en el cierre de la feria de Colmenar Viejo (Madrid)

El riojano Diego Urdiales ha dado esta tarde en Colmenar Viejo (Madrid), una gran tarde de toros para el recuerdo. Tres orejas ha cortado el arnedano ante el mejor lote de la ganadería de Zacarías Moreno, el primero de los toros, al que Urdiales le cortó las dos orejas fue premiado con la vuelta al ruedo. Este fue un toro armónico y bien hecho, rompió plaza un toro de perfectas hechuras de Zacarías Moreno. Definido de salida, lo cuajó al ralentí Diego Urdiales con el capote. Lances llenos de despaciosidad, acompasados, hasta llegar a la boca de riego. Cumplió en varas y el quite fue de nuevo por el mismo palo, largo y de categoría. El toro mantuvo ese ritmo y esa clase en la muleta del arnedano, que lo toreó de manera sublime desde los muletazos de rodilla genuflexa del prólogo hasta el toreo fundamental posterior. Corriendo la mano por ambos pitones, aprovechando las excepcionales embestidas del animal, que hacía el ‘avión’ en cada muletazo. Faena excelsa, henchida en torería y sabor añejo, que rubricó con un espadazo hundiendo el acero despacio. Dos orejas y vuelta al ruedo para el gran toro de Zacarías Moreno. Más ofensivo por delante, muy serio y hondo, el cuarto fue otro castaño, que se movió en los primeros tercios. Buena la lidia de El Víctor. Fue un animal exigente, que se pensaba cada arrancada y que miró más de la cuenta al torero, pero al que Urdiales, con valor sereno e inteligencia, supo sacar el buen fondo por ambos pitones en una faena a más. El trasteo creció al natural en dos tandas magníficas, que tuvieron trincherillas de cartel. También hubo alguna soberbia en el epílogo, de rodilla genuflexa. La estocada, algo delantera y perpendicular, hizo mella y dobló el animal. Se le pidió y concedió una oreja de ley. Se lastimó durante los primeros compases de la lidia el segundo y fue reemplazado por un sobrero del hierro titular por encima de los 600 kilos, acapachado y serio, que abría la cara. Lo recibió con un buen ramillete de verónicas Perera que, tras la buena lidia de Javier Ambel, comenzó a torearlo entre las dos rayas. Trató de ayudarlo a romper el extremeño, pero al animal, manejable, le faltaban finales, entrega, y esa manera de salir algo desentendido dificultó que Perera pudiera ligar las series y llegar al tendido. Lo ‘despachó’ Perera con facilidad y escuchó palmas sin salir del tercio. Bajo, hondo y astifino, de pitón blanco, el quinto fue un ejemplar bien presentado, que permitió el saludo a la verónica de Perera, que se gustó después en el quite por chicuelinas, de mano baja y acompasadas. Tuvo maestría la lidia de Curro Javier, a favor del toro. El comienzo de faena de Perera, a pies juntos, sin enmendarse, en una decena de muletazos fue volcánico. Especialmente, un cambio de mano, prácticamente circular, que prendió la mecha. Después, Perera sometió -aunque no con el poder que suele imprimir a sus faenas- la embestida del encastado toro, que rebosó transmisión en sus arrancadas. Acusó esa exigencia el animal, a menos, en el tramo final de una faena que rubricó el pacense con una estocada que lo dejó ‘sin puntilla’ y puso una oreja en su mano. Por su parte Daniel Luque pechó con el peor lote de toros y se marchó sin trofeos el torero sevillano.

Colmenar Viejo (Madrid), martes 31 de agosto de 2021. Toros de Zacarías Moreno, el primero llamado Finito, número 50, negro, nacido en 10/2016 y de 580 kilos de peso, premiado con la vuelta al ruedo, el segundo como sobrero al ser devuelto el titular por lesionarse durante la lidia. Diego Urdiales, dos orejas y oreja tras aviso, Miguel Ángel Perera, palmas y oreja y Daniel Luque, silencio y ovación tras aviso. Entrada: Tres cuartos de entrada de acuerdo a las limitaciones de aforo. Al finalizar el paseíllo, sonaron los acordes del himno nacional.

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