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Álvaro Burdiel da la única vuelta al ruedo en el inicio de la feria de Valdemorillo (Madrid)

Seis novilleros han sido hoy los que han protagonizado el paseíllo en la plaza de toros madrileña de Valdemorillo en la que ha habido una excelente entrada de público. El primero de los novillero era serio y estaba bien hecho el primero de la suelta, que tuvo son de salida aunque echó las manos por delante. Se mantuvo luego en el último tercio donde resultó noble y obediente y permitió lucirse a Manuel Diosleguarde, que cuajó una faena de novillero sobrado, ya cuajado para cambiar de escalafón. Seguramente el pinchazo previo a la estocada frenó la petición de oreja. Saludó una fuerte ovación.  Frío de salida el segundo, que no se calentó en el capote de Yon Lamothe. Después en el último tercio su embestida tuvo clase aunque le faltara el último tranco. El novillero francés le echó los vuelos con gran suavidad y lo empujó para delante con reposo y parsimonia. Hubo un par de series de muy logrado acabado, una por cada pitón. El acero también minimizó su balance artístico.  Isaac Fonseca saludó a portagayola al salpicado tercero, que no acabó de desplazarse en el capote del mexicano. Derribó para salir suelto en varas y esa mansedumbre la exportó a la faena de muleta, donde, después de un aguerrido inicio con pases cambiados por la espalda del mexicano, el astado entregó la cuchara. Lo persiguió Fonseca con gran determinación por todo el ruedo y en todos los terrenos mostró su férrea ambición, pero como sus compañeros, la espada le alejó del éxito. Con hechuras -muy buenas hechuras- de cuatreño el cuarto, al que Perera también saludó en chiqueros. Blandeó en los primeros tercios el astado y en la muleta, pese a su falta de pujanza, embistió con bondad. El novillero extremeño lo tomó en corto y en esa distancia trató de justificarse. El público no se pronunció al finalizar su actuación. Corniapretado el quinto, un novillo reunido, precioso, que fue el mejor del envío porque embistió con un ritmo y humillación exquisitas. Álvaro Burdiel llevó a cabo una faena interesante, que si bien no resultó compacta, contó con muletazos de exquisito dibujo y remate, y sobre todo, con una serie de naturales de trazo suave y más reunido, que resultó lo más redondo de la obra. Después de dos pinchazos y estocada dio la vuelta al ruedo. Sergio Rodríguez mostró sus ganas desde que salió el sexto, al que saludó con un variado surtido de lances antes de brindarle la faena al maestro Joselito. Inició de rodillas, al hilo de las tablas, un trasteo que tuvo más de esbozo que de concreción. Le sobraron ganas y le faltó enemigo, pero se pudo intuir su toreo de asentada planta y largo y poderoso trazo, así como algún atisbo de su personalidad, sobre todo en los pases de pecho a la hombrera contraria. Al rematar una serie, ya en el epílogo, le perdió la cara al toro y éste le prendió de mala manera pero con la taleguilla deshecha aún tuvo tiempo para mostrar su estoicismo en el cierre. Con la espada sigue sin verlo claro. Se le fue el triunfo pero el público salió hablando de él.

Valdemorillo (Madrid), viernes 4 de febrero de 2022. Novillos de Sánchez-Arjona y El Collado (3º). Manuel Diosleguarde, ovación tras aviso; Yon Lamothe, silencio; Isaac Fonseca, ovación tras aviso, Manuel Perera, silencio; Álvaro Burdiel, vuelta al ruedo y Sergio Rodríguez, ovación. Entrada: Tres cuartos de plaza. Tras romperse el paseíllo sonó el himno de España.

Festejo para mañana en Valdemorillo (Madrid), segunda de feria: Toros de Zacarías Moreno para  Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Daniel Luque.

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