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Juan Ortega da una vuelta al ruedo en la feria de Otoño de Madrid

Juan Ortega da una vuelta al ruedo en la feria de Otoño de Madrid

Cuarta de la feria de Otoño de Madrid, 20.096 aficionados acudieron esta tarde al coso madrileño para presenciar la corrida de El Pilar, donde han actuado el riojano Diego Urdiales y los sevillanos Juan Ortega y Pablo Aguado. Abrió corrida un toro bien presentado, , musculado, bajo, con cuello, tocadito arriba de pitones. Ligeramente bizco de izquierdo. Lo recoge Urdiales en terrenos del 9. Humilla el toro y echa las manos por delante en las verónicas del de Arnedo, que remata el suave saludo más allá de las dos rayas. Empuja en la primera vara. Largo puyazo. Le señalan en el segundo. El toro sigue descolgando en los capotes. Pronto en banderillas. Se lo saca Urdiales casi a los medios, le enseña la muleta con la derecha, el toro es pronto pero se defiende al final del muletazo por su medida fortaleza y cuando trata de obligarle el torero, pierde las manos. Le coge la distancia en la segunda serie, perdiéndole un par de pasos tras cada pase y acompaña el viaje a media altura. Se cambia la muleta a la zurda en la tercera tanda. De uno en uno, extrae algún natural con porte, pero el astado se sigue defendiendo en el último tramo del muletazo. Con el toro muy a menos inicia la cuarta tanda, de nuevo con la derecha. Apenas medios muletazos y una bella trinchera antes de irse a por la espada. Buena estocada. Silencio. Su segundo, un colorado, con cuello, ensillado, muy en el tipo de la casa. Echa la cara abajo en el capote de Urdiales, pero sin terminar de pasar. Luego, protesta en varas, derrotando arriba y queriéndose quitar el palo. Se repucha en la segunda vara. Pronto en banderillas. Inicia faena Urdiales más allá de las dos rayas, entre los tendidos ocho y nueve. Al toro le falta raza, tiene una embestida cansina, sin brío y sin empuje. Lo intenta Urdiales por los dos pitones, perdiéndole pasos en cada pase, dándole sitio. Así le roba algún muletazo con la derecha muy pulseado en medio de un trasteo sin chicha por la descastada condición del animal. Media estocada tendida. Silencio.  El primero que lidió Juan Ortega, era  largo, cuesta arriba, con más alzada. Lo lancea Ortega ganando terreno, desde los terrenos de la Puerta Grande hasta los mismos medios, con gran expresión, sensacional dibujo. El toro echa las manos por delante y no termina de entregarse. Bonito galleo por chicuelinas para llevarlo al caballo. Empuja con la cara alta en la primera vara. Se duerme en el peto. Un picotazo en el segundo encuentro. Entra en quites Aguado. Al toro le falta entrega. Y raza. Corta en banderillas. Toreros doblones por bajo de inicio para sacarse el toro a los medios. Con la derecha inicia faena, el toro se queda corto, no tiene recorrido. Busca distintas distancias el torero, en ninguna de ellas el toro responde. Tampoco con la zurda, por donde acaba desarmando al sevillano. Animal muy deslucido. Lo cierra con gracia Ortega y se va a por la espada. Dos pinchazos, estocada. Silencio tras aviso. Largo de viga, suelto de carnes, cornidelantero, lavado de cara y escurrido de los cuartos traseros el castaño quinto, protestado de salida. Le falta celo en el capote de Ortega. Se marcha suelto. Le pican trasero en la primera vara. Dobla las manos al salir del segundo encuentro. Se deja ganar la cara en banderillas. Aún estaban protestando al toro cuando Ortega, en terrenos del siete, lo recoge y le da celo por bajo en un inicio de toreo muy caro. Todo descrito al ralentí. Le da tiempo al toro entre serie y serie, también entre un pase y otro, porque al animal le falta pujanza. Ortega lo acaricia, con gran sutileza, deletreando cada muletazo con la mano derecha. Dibuja dos series de una categoría superlativa, pero cuando coge la zurda el toro baja el telón. Se queda corto, no responde a los cites, y la faena, que había cogido vuelo, baja su diapasón por la condición del toro. Vuelve a la diestra Ortega, ya con el toro muy aplomado, antes de irse a por la espada y coronar su obra con una estocada entera. El primero del sevillano Pablo Aguado, era alto de cruz, zancudo. Embiste con son al capote de Aguado que lo lancea de manera superior. Echándole la bamba, meciéndolo, ganando terreno, sin afectación. Con gran naturalidad. Soberbia la media a pies juntos. De gran cadencia y despaciosidad. Lo miden en el peto. Sensacional también el quite por delantales, abrochado con otra media cumbre, enroscándose al toro, que pierde un poquito de celo al final del embroque. Pronto el toro en banderillas. Tiene mucha fuerza el inicio de faena. En terrenos del 9, con preciosos muletazos rodilla en tierra. Ahí inicia el torero, con la mano derecha, una faena salpicada de momentos de gran categoría, que por distintas circunstancias, no terminó de amalgamar. Por ejemplo, al toro le faltó raza para seguir el engaño a partir del tercer muletazo, justo cuando la tanda iba a romper, el público aprovechaba entonces para censurarle la colocación, el torero le daba sitio y aquello volvía a empezar. Hubo muletazos excelsos, remates preciosistas y una media estocada tras la que fue obligado a saludar.  Largo y suelto de carnes el último, estrecho de sienes, queriendo enseñar las palas, muy fiel a la fisonomía de su encaste. No termina de soltarse en el capote de Aguado. Dobla las manos al salir de la primera vara. Le miden en la segunda. Destaca Iván García en banderillas, dejándose llegar mucho al toro. Le da sitio Aguado en las primeras series, buscando la inercia del animal, que pasa sin clase y sin entrega. Acorta su recorrido en las series siguientes, topando en el embroque, sin ofrecer posibilidad alguna de lucimiento a su lidiador.

Madrid. Feria de Otoño. Viernes 7 de octubre de 2022. Toros de El Pilar. Diego Urdiales, silencio y silencio Juan Ortega, silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras petición de oreja, Pablo Aguado, ovación con saludos y silencio tras aviso. Entrada: Más de tres cuartos de entrada. Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria del maestro Luis Alfonso Garcés.

Festejo para mañana en la feria de Otoño, quinta de la feria de Otoño: Toros del Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto para José Ignacio Uceda Leal, Morante de la Puebla y Ángel Téllez.

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