Morante de la Puebla corta un rabo en Sevilla
El torero sevillano José Antonio Morante de la Puebla ha hecho un hito histórico para el recuerdo, tras el último rabo conquistado por el maestro Francisco Ruiz Miguel en el año 1971, el torero de la Puebla del Río (Sevilla), ha conseguido tras pasear los máximos trofeos en el cuarto de la tarde. El primer toro fue bastante corto de manos, con mucho cuello, ligeramente acapachado, aunque con la vuelta de los pitones para arriba. Extraordinario recibo a la verónica de Morante de la Puebla, imposible torear con más temple, gusto y ajuste. Viene vencido por el izquierdo y embiste mejor por el derecho. Varias verónicas por ese pitón, antológicas, parando el tiempo. Al llevar al toro al caballo, sufre un volantín. Por el mismo palo, cuajó de nuevo Morante de la Puebla un buen quite, reduciendo siempre la velocidad en los lances, con el toro embistiendo bien por ambos pitones. Se arranca con rectitud y empuja con la cara abajo el de Domingo Hernández, empleándose mucho debajo del peto. A la salida del primer par, hace hilo el astado a Juan José Trujillo y un providencial quite de Juan Ortega le salva de la voltereta. Buen tercio de banderillas de Juan José Trujillo y Alberto Zayas. Comienza la faena Morante de la Puebla pasando con enorme temple y siempre llevando al toro largo por ambos pitones. Continúa la buena condición del toro por el pitón derecho y sobre esa mano traza el diestro una serie muy relajada, ligada en una baldosa, sin mucha duración, pero con gran embroque y remate. Sin embargo, tiene el fondo muy justo, por emplearse en los primeros tercios y se aflige a partir de esta serie. Muy remiso en el cite, impide a Morante ligar dos muletazos. Unos bellos ayudados por alto, para poner remate a la faena. Una estocada atravesada al primer intento. Necesita un golpe de verduguillo. Ovación. Toro de hechuras muy similares al primero, fino, largo, acodado de pitones. Con dos faroles lo recibe Morante de la Puebla, para después cuajar otro lío antológico con el capote, con enorme cadencia, profundidad, con la mano muy baja y enorme ajuste. Imposible torear mejor. Y la música de nuevo arranca a sonar con el público en pie. Totalmente entregado, lo lleva Morante de la Puebla toreando de nuevo a la verónica. Casi sin inercia, enganchando al toro muy adelante y llevándolo muy detrás en las tafalleras. Jamás se ha toreado en este lance con tanto temple y largura. El público en pie, mientras deja al toro con una larga cordobesa. Entra al quite Urdiales a la verónica, dejando dos grandes medios. Regresa de nuevo Morante para hacer la réplica. Quite por gaoneras, con la pierna hacia adelante, cargando la suerte, invadiendo la trayectoria y el terreno del toro. Preciosos y ajustados ayudados por alto de Morante de la Puebla, hasta sacarse al toro en los terrenos del tercio. Sigue la siguiente serie en los terrenos de los medio, con un toro que le cuesta en esa primera serie en la distancia corta, sin perder pasos el toreo. Mejora la embestida en la siguiente, en la que le pierde algunos pasos. Muletazos muy rotos, siempre hundido en la arena, entregado en la suerte, con todo el peso del cuerpo sobre la pierna de salida. Monumental la serie al natural, sin inercia, enganchando las embestidas muy adelante, con la bamba de la muleta y tirando de la embestida con un trazo más largo. Cumbre en la siguiente sobre la diestra, muy ligada, ya sin perder los pasos, solo girando, con un toro de gran embestida. Público en pie en el toreo al natural, de enorme tempo. Ayudado por alto. Tanda al natural de frente, primero a pies juntos y, luego, con el compás abierto de frente. Gran estocada. Faenón de Morante de la Puebla. Gritos de ¡Torero, torero! La Maestranza a sus pies. Dos orejas del tirón. El público pide el rabo, que el presidente se lo concede. Histórico. Pasión desbordada. La Maestranza rendida. Imposible torear mejor. Tras la vuelta al ruedo, le tira el rabo a Rafael de Paula. Más alto de hechuras, ligeramente montado, lavado de cara, fino de hechuras, acodado de pitones. Intenta estirarse Diego Urdiales a la verónica con un toro que no se emplea, sin celo, echa las manos por delante y no se sale de los lances. Empuja con la cara abajo en el primer encuentro, aunque sale sin fijeza y saliendo suelto del peto, marcando su querencia hacia los terrenos de los toriles. De peor estilo fue su pelea en el segundo puyazo, pegando cornadas al peto, sin emplearse. Aprieta el toro en banderillas, con una arrancada de toro manso sin picar. Se dobla Diego Urdiales con un toro que embiste con la cara más arriba del palo del estaquillador. Compleja el inicio de faena, pues tiene una embestida recta, con potencia en el momento del embroque, pero sin celo y con la cara arriba al final de los muletazos. Completamente arreones. Es difícil imponer el toreo, pero lo consigue Diego Urdiales a base de tragar y de bajar la mano, dejando siempre la muleta en la cara y ganando el paso. Termina el toro rajado, buscando las tablas, cuando el riojano lo cita al natural. Muy pocas opciones de triunfo. El astado se va complicando a medida que va pasando el trasteo. Pincha al toro en un primer intento, y comienza su huida por el ruedo hispalense. No va a ser fácil ejecutar la suerte suprema. Con mucha habilidad y oficio, entierra el acero con habilidad en la estocada. Aviso. Toro muy serio por delante, más suelto por detrás, de buenas hechuras y buen cuello. Sale encampanado de salida. Embiste bien al capote de Diego Urdiales, que lo recibe a la verónica. Empuja de bravo, metiendo de riñones, en los dos puyazos que da Chocolate, ovacionado. Mantiene esa buena condición el toro en banderillas. Comienza la faena Urdiales por doblones, llevando al toro muy embebido en la muleta, con enorme torería. Vuelve a romper los aplausos y las ovaciones tras la resaca de la faena de Morante de la Puebla. Vence todo el ambiente Urdiales, con una gran tanda sobre la diestra, con el toro embistiendo con mucha importancia, y el diestro toreando con largura y mano baja. Varias series de un gran Urdiales, apretándose con el toro. Al natural, el toro tiene una embestida en la que pierde en ocasiones el celo a mitad de los muletazos. Vuelve a subir la faena por el pitón derecho, ligando los muletazos en un palmo de terreno. Todavía aún más rotunda la siguiente, bajando mucho la mano. Lo sigue intentando Urdiales al natural para ver si el pitón ha mejorado, pero al toro le sigue costando más. Torero fue el remate por abajo, con trincherillas y naturales. Gran estocada al primer intento. Faena de oreja que no es concedida porque pesa mucho el ambiente. Ovación. Serio, bizco del pitón derecho y ligeramente tocado, enseñando la pala del pitón izquierdo. Toro de gran expresión, bajo, corto de manos, con cuello. Monumental recibo a la verónica de Juan Ortega, con el pecho, meciendo mucho la cintura. Difícil torear más despacio en algunas verónicas. Suena la música. Se deja pegar el toro en el primer puyazo. Un lío le forma Ortega en un precioso quite por delantales, con la figura totalmente relajada. Se le cuida en el segundo encuentro. Entra Morante a la palestra. Enorme toreo por chicuelinas de Morante de la Puebla, apretándose con el toro, muy arrebatadas. Una media de frente, para el recuerdo. Vuelve Ortega con el capote, de nuevo, a la verónica, dando trazo y tiempo de muletazos a los lances. Eficaz tercio de banderillas. Brinda Juan Ortega el toro a Curro Romero, que pone en pie La Maestranza. Con auténticas caricias por ambos pitones comienza Juan Ortega su faena de muleta. Se lo saca a los terrenos de los medios el sevillano. Primera serie con el toro embistiendo con mucha clase, al paso, embistiendo con el pitón de adentro. Con mucho ritmo lo muletazos, sin inercias, enganchando con enorme suavidad las embestidas y rematándolas detrás de la cadera. Muletazos muy despaciosos en la línea curva. Se emplea el toro durante la faena y se va viniendo a menos. Buena serie de Juan Ortega al natural, cogiendo el palillo por el centro y con muy buena colocación. Todo con mucha cadencia. Marca el toro su querencia a los terrenos de los adentros, donde el toro echa la persiana. Media estocada al segundo encuentro. Con cuerpo el sexto, largo, de buenas hechuras. Estrecho de sienes. Vuelve a parar el tiempo Juan Ortega en el recibo a la verónica del sexto, que embiste con el pitón de adentro en el embroque, aunque le cuesta salir de los lances. Con mucho gusto, gallea por chicuelinas Ortega para dejarlo colocado en el caballo. Se le pega poco castigo en el caballo. Comienza la faena de muleta con un inicio rodilla en tierra lleno de torería. Buena serie sobre la mano diestra de Juan Ortega, con un toro que tiene muy buen embroque, pero, de momento, le cuesta más en los remates de los muletazos. Con enorme sutileza y templanza, Ortega lo mece en el toreo sobre la diestra. Por el izquierdo, viene ligeramente vencido por dentro. A media distancia, siempre de frente, muy bien colocado, lo cita el sevillano, intentando limpiar las embestidas por abajo. El toro le falta mayor celo y codicia para aguantar dos muletazos seguidos. Estocada caída al segundo intento.
Sevilla, miércoles 26 de abril de 2023. Toros de Domingo Hernández Martín, el cuarto llamado Ligerito, número 82, negro de capa, nacido en 12/2018 y de 515 kilos de peso, premiado con la vuelta al ruedo. Morante de la Puebla, ovación con saludos y dos orejas y rabo, Diego Urdiales, silencio tras aviso y ovación con saludos, Juan Ortega, ovación con saludos. Entrada: Algo más de tres cuartos de plaza.
Festejo para mañana en Sevilla, undécima del abono sevillano: Toros de Jandilla para José María Manzanares, Pablo Aguado y Tomás Rufo.
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