José Tomás corta tres orejas en Aguascalientes (México)
Ayer se vivió el gran acontecimiento taurino del año y que posiblemente dará que hablar esta temporada 2015, que es la vuelta de José Tomás a la plaza de toros de Aguascalientes (México) tras cinco años después de la gravísima cogida que sufrió el 24 de abril del 2010 cuando el toro Navegante le hirió gravemente y se temió por la vida del torero madrileño. Todo era glamoroso , de fiesta grande ante la presencia de importantes personajes de la política y reconocidos empresarios taurinos, matadores y ganaderos que ubicados entre los tendidos del gran coso de Aguascalientes, repletos de un público ávido de vitorear y aplaudir a su ídolo, José Tomás, quien al final de cuentas respondió a todas las expectativas y logró revivir su idilio con la afición taurina de la “Tierra de la Gente Buena”, esa que dio su sangre para que el torero salvara la vida hace cinco años en esta misma plaza y así remachara su querencia aquicalidense. El triunfo fue grande, cortó tres orejas y así salió en hombros por la Puerta Grande Sanmarqueña.
Así pues, ante ese llenazo, se lidiaron tres toros de la ganadería hidalguense de Fernando de la Mora, siendo el primero bueno, el cuarto fue mejor, mereciendo el arrastre lento y el quinto que resultó complicado. Y otro tanto de la dehesa queretana de Los Encinos, siendo difícil el segundo, regular el tercero y bueno el sexto.
Al toro que abrió el festejo, de la divisa de Fernando de la Mora, el espada defeño EULALIO LÓPEZ “ZOTOLUCO” lo recibió con una comprometida larga cambiada de rodillas cerrado en tablas para de pie luego veroniquear con temple y buen juego de brazos. Su labor de muleta, después de iniciar con pases vaciando por alto y rematar la serie con el de la firma, un molinete y el del desdén, se dio a torear con lujo de talento por ambos lados, sabiendo esperar las embestidas nobles del astado y hacer el toreo largo, atemperado, suave y sin forzar al astado. Más series derechistas y naturales obligándolo más al “socio”, con evidente empeño y torerismo. Mató de dos pinchazos, otro hondo y seis golpes de descabello para ser aplaudido cuando pudo haber cortado una oreja.
En su segundo, de Los Encinos, veroniqueó con calidad y suavidad para rematar con torera media. Llevó el toro al caballo por chicuelinas caminándole y su labor muleteril, luego de brindarle a su alternante José Tomás, fue a base de comenzar de rodillas por alto y de pie largar tela de la buena con temple y buen mando a un astado que se empleaba bien de principio pero conforme avanzaba la faena fue perdiendo fuerza y cambiando de lidia. Sin embargo, tras pedir que cesara el pasodoble que tocaban en su honor pues hubo un bache en el trasteo, “Zotoluco” reinventó la faena por derechazos majos, aguantando y pudiendo con la cobardía del encinero. Le pisó los terrenos, se metió en la cuna de los pitones y así todavía le arrancó importantes muletazos diestros. Naturales valientes y toreros, incluyendo desplante para cerrar.
Finiquitó de tres pinchazos y estocada caída para recibir aplausos cuando igualmente pudo haberse hecho de un apéndice.
A su tercero, de Fernando de la Mora, lo recibió con una larga cambiada de hinojos al hilo de las tablas y en los medios ligó ajustadas chicuelinas. Su trasteo de muleta, brindado a don Alberto Bailleres González, lo ejecutó por medio de toreras y templadas series derechistas y de la misma manera por naturales a un astado sin clase y deslucido. Terminó de dos pinchazos y estocada para recibir palmas.
El diestro madrileño JOSÉ TOMÁS en el primer astado de su lote, de nombre “Guantero”, de Los Encinos, dio algunos paroncitos y otros lances a pies juntos, incluidos dos achuchones y bonita media, además de un ceñido quite por chicuelinas. Con la sarga, tras brindarle a todo el público, a un ejemplar soso, con tendencia a irse a las tablas y con dificultades, le plantó cara para realizarle una faena emotiva y sufrida por ambos lados, con algunos tropiezos y ensuciando el trasteo, evidenciando así que sentía la presión de todo el compromiso. Inclusive por momentos se le vio falto de recursos pero si logrando muletazos de buena factura por el lado derecho para matar de estocada trasera, siéndole concedida una oreja.
A su segundo, llamado “Pollo Querido”, de Fernando de la Mora, lo lanceó con voluntad y mejor quitó por navarras y tafalleras, rematando con un vistoso manguerazo de Villalta. Su quehacer muleteril lo comenzó en los medios con cinco ayudados por alto sin enmendar el terreno, rubricando con un desdén. Vinieron entonces, ya más relajado, asentado y consciente de la expectación, series estupendas de derechazos yendo de menos a más y sin reponer el terreno, cuando le sonaron “Pelea de Gallos” y se dio a ligar de manera lenta, despaciosa y toreramente por los dos pitones, además de su intenso toreo en redondo muy pausado, deteniendo el tiempo de verdad. Adornos que salpicaron la gran faena para matar de fulminante estocada entre gritos de ¡torero! y serle concedidas las orejas y a los restos del buen astado se les concedió el arrastre lento.
Y en el que cerró plaza, de Los Encinos, lanceó toreramente flexionando una pierna y de pie abrió el compás para veroniquear con solvencia. En el tercio de varas el picador Ignacio Meléndez sufrió aparatoso tumbo. El de Galapagar entonces le permitió al sobresaliente el matador de toros lugareño Víctor Mora realizar un quite y lo hizo de manera sensacional por gaoneras pasándose de verdad por la faja al astado para ser muy ovacionado. Con la franela, luego de brindarle a su banderillero de confianza, Miguel Cubero, José Tomás eslabonó toreros doblones como inicio de faena, misma que se fortaleció por el mando, el temple y el recio toreo pleno de temple y largueza. De la misma manera lo hizo por naturales, inclusive hasta citando de largo para engarzar las emotivas series. La faena iba creciendo, la locura en los tendidos era más que evidente y para culminar logró una serie de molinetes muy personales que remató con afarolados, un molinete invertido y el de pecho, todo realizado en un palmo de terreno. Se perfiló a matar y malogró la faena para que el respetable lo obligara a salir al tercio para escuchar una fuerte ovación y al final salir en hombros por la Puerta Grande Sanmarqueña.
Aguascalientes, (México), 2 de mayo de 2015. Octava corrida y noveno festejo del abono de la CLXXXVII Feria Nacional de San Marcos. Coso Monumental. Tres toros de Fernando de la Mora (1º, bueno; 4º, muy bueno, premiado con arrastre lento; y 5º, complicado) y otros tres de Los Encinos (2º, difícil; 3º, regular; y 6º, bueno). Bien aunque desigualmente presentados. Eulalio López “Zotoluco”: Al tercio, palmas y palmas; y José Tomás: Oreja, dos orejas y al tercio. Entrada: Lleno de "No hay billetes" en tarde calurosa. El picador de toros Ignacio Meléndez sufrió un aparatoso tumbo en el sexto toro sin consecuencias que lamentar.
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