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Paco Ureña corta la única oreja de la tarde en Madrid

El torero murciano Paco Ureña ha dado una gran lección taurina esta tarde en Madrid. Ante un buen toro lidiado en quinto lugar. Un amplio toro de El Puerto de San Lorenzo que resultó exigente. En los primeros tercios apuntó mansedumbre pero después de banderillas se tornó codicioso. Ureña creyó en el toro por encima de los tendidos que no terminaban de entrar en la faena. El toro embestía con transmisión pero ni se terminaba de ir ni humillaba completamente. La virtud fue la obediencia al cite sincero de Ureña. El toro fue recortando el recorrido según avanzó la faena y Ureña no rectificó la postura, apostando con verdad. El final por manoletinas fue de infarto, los remates por bajo tuvieron torería. Madrid mostró su entrega, hasta ahora contenida, tras la estocada en la que el del puerto hizo presa. Salió ileso el murciano. La muerte fue bella. La oreja fue de plena justicia. El segundo toro de El Puerto fue precioso. Un tío, muy serio, pero bien hecho. De cara acapachada, enseñando las palas. Paco Ureña trató de torear a la verónica desde el principio, algunas resultaron atropelladas, otras limpias, pero todas ellas muy entregadas. Empujó con los riñones en el primer puyazo y en el segundo salió suelto. Vicente González lo agarró muy trasero. En banderillas descolgó del todo en el capote de Curro Vivas. Paco Ureña, sabedor de la clase del toro, brindó al público e inició la faena en los medios con la mano derecha dando mucha distancia al toro. Paco Ureña se preocupó entonces de cuidar mucho la colocación: cabal, muy pura. Pero en ocasiones faltó limpieza en los muletazos. La entrega del murciano fue total, el toro continuó buscando los vuelos por abajo en los naturales. Los del desprecio estuvieron cargados de emoción. La verdad fue el denominador común pero faltó un punto de rotundidad a la faena. El importante toro de El Puerto tuvo clase, humillación, transmisión. Con los aceros pasó un auténtico calvario. El primer toro de El Puerto de San Lorenzo fue serio, alto y hondo pero sin salirse del tipo de la ganadería. El Fandi lo recibió con facilidad. En el caballo cumplió. En el quite por gaoneras de Ureña se vio la debilidad de remos. El Fandi banderilleó con poder, especialmente en los dos últimos pares cuadrando en la cara. El público no prestó atención a un serio Fandila. En la muleta el toro volvió a acusar su falta de poder y Fandi lo intentó sin eco. Estocada atravesada. El cuarto de la tarde, cinqueño, muy astifino y con alzada, fue manso en los primeros tercios. El Fandi firmó un fácil tercio de banderillas, dejó las seis en una perra gorda. En el último tercio el toro continuó con la falta de celo. El Fandi, muy profesional, lo intentó sin éxito. A la hora de entrar a matar fue complicado porque se puso gazapón. Fandila tiró de oficio de matador forjado en mil batallas para cuadrarse muy en largo y atacar en el momento en el que paró. El tercer toro de la tarde abría más la cara que sus hermanos. Hondo y con cuajo. Con el capote se desplazó buscando los vuelos al capote de López Simón que lo pasó sin mucho compromiso. En el caballo cumplió. Brindó al público López Simón y se dirigió a los terrenos del 5 donde se encontraban los papelillos. El toro respondió con prontitud y movilidad en las primeras tandas. Un punto rebrincado le daba emoción a su nobleza. Simón busco la ligazón sin alcanzar la intensidad que imprimía el toro. Después el toro fue rebajando su humillación y López Simón concluyó por manoletinas. Se le atascaron los aceros. Más centrado se le vio a López Simón con el sexto, un toro altote y ancho de sienes. En su comportamiento fue manejable, en ocasiones no dijo nada su embestida porque sacaba la cara alta al final de la misma. López Simón logró por momentos olvidarse de la crispación que marcó su primera faena. Algunas tandas resultaron relajadas, incluso algunos muletazos templados tirando de la embestida. A la faena le faltó medida. Tras pinchar en el primer encuentro fue arrollado por el toro que se lo encontró yendo hacia los adentros. Trasera y tendida la espada en el segundo envite y acertó con el verduguillo.

Madrid, martes 15 de mayo de 2018. Feria de San Isidro. Toros de Puerto de San Lorenzo. Bien presentados, con cuajo y seriedad. De juego dispar, destacó el gran 2° y tuvieron opciones el 3° y el 5°. El Fandi, silencio en ambos; Paco Ureña, saludos y oreja; López Simón, silencio y palmas de despedida. Entrada: Lleno aparente. Al finalizar el paseíllo la afición, capitaneada por el Tendido 7, reivindicó con cartulinas y pancartas la repercusión de la bajada del IVA cultural en las entradas y no sólo en el empresario. En banderillas del segundo saludaron una ovacion tras un buen tercio Vicente Osuna y Jesús Arruga.

Festejo para mañana en Madrid, novena de San Isidro: Toros de Joaquín Núñez del Cuvillo para Antonio Ferrera, José María Manzanares y Alejandro Talavante.

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